Javier Cortés saludó una ovación por su labor ante el serio segundo toro de la tarde, un cárdeno astifinísimo al que le sopló naturales de muchísimos quilates. "Había momentos de estar muy a gusto con él, porque tenía buen inicio en la tanda, pero le faltaba el cuarto y el quinto para que rompiese en el tendido. Pero no pasaba de ahí, así que... Bueno. Queda uno".
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