Roca Rey sella un faenón y sale a hombros de La Maestranza

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TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOS: PAGÉS

La corrida del viernes de preferia tenía lugar en la tarde de este 3 de mayo en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Se trataba de un festejo en el que hacían el paseíllo Sebastián Castella, José María Manzanares y Andrés Roca Rey frente a una corrida de Núñez del Cuvillo.


El abreplaza ‘Madrilito’ un negro mulato de 528 kg, que salió abanto y que tras fijarlo en el capote Castella le recetó varios a la verónica de buen corte. Nada más finalizar este inicio el toro manifestó una clara falta de fueras derrumbándose varias veces lo que provocó las protestas del público. Hubo dudas en el palco para devolverlo pero tampoco las protestas fueron mayoritarias. Un tanteo buscado la colocación idónea y nada más que hacer ante uno sin opciones por flojo. Silencio.


El segundo ‘Gosterano’ ayudó al lucimiento de Josemari. El alicantino se espatarró en un saludo a más y cuajó lances de mucho sabor. Toro con clase y son que permitió expresarse a Manzanares. El segundo empujó con fijeza en el peto y tuvo buen tranco en banderillas. Manzanares construyó una faena con claro acento personal donde la ligazón y elegancia fueron evidentes. Una labor de tono medio ante un toro complejo que resultó algo sosote. Hubo altibajos y buen trazo en cada tanda pero sin caldear del todo a la parroquia. Siempre mejor por el derecho y de menos entrega por el izquierdo. Gran estocada recibiendo y ovación con saludos para Manzanares.


El tercero bis ‘Morito’ de la misma ganadería, embistió muy por dentro al capote de Roca. Más por el derecho que por el izquierdo. Al bis, se picó de primeras en el que hacía puerta y de segunda en su lugar. Un toro que llegó con movilidad interesante al último tercio. Y es que mantuvo eso en el último tercio ante un firme Roca. ‘Morito’ embestió de forma desclasada, descompuesto y soltando la cara mucho ante las exigencias del peruano. Andrés conjugó una labor variada donde cada serie fue distinta a la anterior, en ubicación y alturas, en terrenos y distancias. Ligazón y mando a diestras y más emborronado a izquierdas. Labor gallarda en tono ascendente que no remató bien con el acero por hacer guardia al toro. Ovación con saludos


‘Campanito’ hizo cuarto un astado que nadie recordará en los primeros tercios porque no hubo nada para el recuerdo o mejor dicho no ayudó en nada. Así en banderillas y de igual forma en último tercio. Ante esto Castella se justificó por ambos pitones pero conocedor de que allí no había más opciones. Porfió en balde con el quinto sin mayores recompensas que la suya propia. A este si le bajaba la mano se caía y al llevarla más arriba acortaba el viaje, y todo, ante un desrrazado tambaleante. Silencio.


El quinto por nombre ‘Utrerito’ que también se derrumbó a primeras de cambio. Saludó de forma suave Mazanares y ni por esas...tras el caballo devuelto al corral. ‘Asesino’ quinto bis -segundo sobrero- del mismo hierro anunciado. Dejó estar a Manzanares en una labor donde el torero giraba sobre los tobillos para ligar los pases. El alicantino puso expresión aderezada con su personal naturalidad. Labor de empaque y de tiempos -oxígenando- al colaborador antagonista entre series. Josemari puso estética al natural y aguantó un feo derrote del Cuvillo a mitad del embarque. Bien Manzanares con el paño y cañón en el volapié. Ovación con saludos.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Quinta de abono. Corrida de toros. No hay billetes.

Seis toros de Núñez del Cuvillo.

Sebastián Castella, silencio y silencio.

José María Manzanares, ovación y ovación.

Andrés Roca Rey, ovación y dos orejas. 

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