Borja Domecq: "Vuelvo a reafirmarme: la tauromaquia vive una dictadura con los presidentes"

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Sinttulo 324


Borja Domecq: "Vuelvo a reafirmarme: la tauromaquia vive una dictadura con los presidentes" 


El ganadero hace una encendida crítica al palco presidencial de Valencia tras lo sucedido el pasado domingo en Fallas, en el que el palco negó el indulto del quinto ejemplar de la tarde.


Uno de los grandes acontecimientos de las Fallas, además de la reaparición de Paco Ureña y de la salida apoteósica a hombros de Roca Rey, ha sido la faena de Sebastián Castella le tocó en suerte –y nunca mejor dicho- al toro Horroroso, de Jandilla. El público pidió el público y el único que no lo vio fue el presidente, que obligó a Castella a matar al animal. Al final lo hizo el francés y aquello quedó en aguas de borrajas, perdiéndonos simiente para futuras generaciones. Borja Domecq hijo, buenas noches.


Buenas noches.


Enhorabuena. Toros así no se ven todos los días.


Por desgracia no son habituales.


Una de las cuestiones que te quería preguntar es que, antes de tomar una decisión, el presidente debía haber consultado con el ganadero si le iba a servir.


Sí, pero al final aquí hay un reglamento que obliga a todo el mundo menos a ellos. Al final, esto es una dictadura en la que todo el mundo estamos obligados a hacer lo que ellos quieren. Todo sigue la normalidad. A mí lo que me da es sensación de tristeza. Yo puedo entender que el presidente no atienda la demanda del torero o del ganadero, pero no la de la plaza, que estaba pidiendo a voz en grito la vida de un toro. Se ninguneó a la plaza.


No se te consultó.


Yo desde el primer momento vi que el toro no se indultaba por la actitud que se estaba tomando. Yo salí del burladero, vi al delegado y le consulté y no me contestó.


¿Te dieron alguna explicación?


A mí directamente no, pero me dijeron que dijo que como el toro había derribado en las dos varas, no se había picado. Ante semejante aberración, hay que pensar que un toro derribe al caballo también es malo.


Tengo que confesar que a veces se producen una serie de frivolidades con los indultos que le hacen perder la calidad. Pero ayer me indigné profundamente porque desde que salió por chiqueros por hechuras, pro duración, por varas… es el toro idela. Supong iqe serviría para procrear.


Para mí hubiese sido una gran ilusión echar ese toro a las vacas, pero hasta dentro de cinco años no lo hubiésemos visto. Finalmente no ha podido ser.


Se llamaba Horroroso.


Por su madre. Al final la honró.


¿De qué reata viene?


De un toro viejo y consolidado, en el que teníamos especial ilusión. Yo creía que este toro no lo iban a aprobar, porque era muy bonito. Es muy raro todo lo que está pasando en Valencia.


Como yo comentaba en el editorial con el que hemos abierto programa: esto no es nuevo en Valencia, tampoco en San Isidro, en Zaragoza… ¿cuándo se van a tomar cartas en el asunto? Están destrozando el espectáculo.


Sí, ellos con la bandera de defender al público cogen su cota de protagonismo. Dicen que son los que mandan. Yo solamente pediría una cosa: responsabilidad. Entonces todo funcionaría mejor.


Deduzco que la corrida que se lidió no era la que habíais preparado.


Sí, pero porque vengo pensando en lo que va a pasar. No es la corrida que me hubiese gustado traer a Valencia. Yo no tengo quince toros para traer a Valencia, sino que traigo los ocho toros que sé que voy a lidiar. No es como otras plazas donde prima la belleza del toro y la seriedad dentro de las buenas hechuras.


Toro Horroroso que fue extraordinario, ¿hasta qué punto influyó la inspiración de Castella?


Al final es muy importante. Estamos hablando de una gran figura del toreo y no era fácil. Torear un toro bravo con ese aire no es fácil, y Sebastián lo lució al máximo. Ya en el capote apuntó lo que iba a ser. Hizo un tercio de varas precioso y en banderillas galopó de una forma extraordinaria, embistiendo incansablemente hasta que lo mataron. Castella estuvo sensacional e hizo todo lo que pudo por indultar el toro, por lo que le doy las gracias. Le honra que hiciese todo lo posible por salvar la vida del toro.


Valencia ya es pasado con ese toro que será de la feria. Ahora hay que seguir ruta: la responsabilidad está en las plazas de primera como Sevilla y Madrid.


Al final, la responsabilidad está en el día a día. Los ganaderos vivimos de trabajar mucho, de pruebas importantes, de intentar tener la máxima responsabilidad.

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