Diego Urdiales: "Bilbao y Madrid son dos tardes que marcarán mi vida en una temporada tan extraña"

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Diego Urdiales: "Bilbao y Madrid son dos tardes que marcarán mi vida en una temporada tan extraña".


Volver a Madrid después de quedarme fuera de San isidro y volver a vivir momentos con la aficón nentregada, que ya habia vivido, fue un plus para hacer el esfuerzo.


La ilusión por lo que siento como torero es lo que me ha hecho aguantar hasta traerme aquí.


La tarde no fue fácil, por el viento y por un toro complejo como el primero que pedía medios. Con el 4º, me dejé llevar hasta cuajarlo, es un de las faenas que nunca olvidaré en mi vida.


La gente que está dentro de esto (sistema) debe reflexionar sobresus actuaciones. Yo he hecho lo que tenía que hacer, hablar con la muleta y delante del toro. Esa es mi obligación y como torero siento el orgullo que las decisiones que he tomado tanto este año como el resto de mi vida están a la altura de lo que yo hago en la plaza.


el audio de la entrevista



Ha sido un broche de oro auténtico a una feria de Otoño que ha sido espectacular en cuanto a triunfos y balance artístico. Su forma de interpretar el toreo Madrid lo conocía, pero sólo hacía falta que se juntaran las circunstancias para que se abriese la Puerta Grande. Diego Urdiales, buenas noches.


Buenas noches.


Las veces que la has rozado con las yemas…


Sí, ahora se han juntado todas las circunstancias, algo complicado en una plaza como Madrid. Afortunadamente ahora ha podido ser.


Y llega en un momento importantísimo después de una tarde histórica como la de Madrid en un momento en el que, tal y como dijiste, lo sorprendente es que a pesar del maltrato de las empresas no habías perdido la ilusión.


Sí, siempre lo he dicho. Mientras tenga la ilusión de coger un capote y una muleta y sienta lo que he sentido desde que quería ser torero, mantendré la llama encendida. Es lo que me ha traído hasta aquí y me ha ilusionado siempre, el ansia por ser mejor cada día.


El domingo hubo un lote parejo pero distinto. Más difícil el primero y un segundo que en tus manos parecía un gran toro pero al que había que tocarle muchísimas teclas como terreno, distancia y colocación.


Sí, fue un lote totalmente distinto. El viento empujó muchísimo frente al primero y fue complicado levantar la faena. Me siento orgulloso de haberlo conseguido y volver a sentir a la afición entregada después de quedarme fuera de San Isidro fue muy bonito. Ese segundo fue un toro que no se definió en los primeros tercios y que a partir de coger la muleta empecé a meterme dentro de él, a sentir que podían pasar cosas importantes y me dejé llevar. Ahí llegó una de las faenas que recordaré toda mi vida.


Queda Zaragoza, con Ponce y Perera. Estoy seguro que será un brillantísimo final de temporada. Anticipándonos a los acontecimientos, es curioso que se pueda hablar de tu temporada más completa con siete corridas de toros. A veces, la vida tiene estas contradicciones.


Sí, la verdad que es raro. Es mi sexta corrida de toros la de Zaragoza y es rara pero intensa la temporada por todo lo que ha pasado. Las otras corridas de toros fueron en mi tierra, y después Madrid y Bilbao. Han sido dos tardes que marcarán mi vida como torero y en las que he podido conseguir el triunfo en esta temporada tan extraña.


En otra época del toreo, significaba tener treinta corridas hechas el año que viene.


Así es, pero el toreo y la gente que está dentro debe reflexionar sobre esto. Yo he hecho lo que tenía que hacer, que es hablar en la plaza y delante del toro. Esa es mi obligación y como torero siento orgullo de las decisiones que he tomado. Creo que he demostrado que están a la altura de lo que yo hago en la plaza.


Después de la tarde apoteósica de Bilbao, una tarde distinta a la de Madrid y en un contexto distinto, arriesgaste como hacen los valientes con el bombo. No salió mal del todo… ¿qué te parece lo del bombo?


Después de haberme quedado fuera de San Isidro. La empresa nos llamó, y entramos en esta iniciativa del bombo. También me hablaron de San Isidro del año que viene. Considero que, dentro de una feria especial como es Otoño, me parece una novedad que a la gente le ha llamado mucho la atención.


¿Qué se siente al salir a hombros en Madrid? ¿Cómo terminaste de la paliza?


Me arrancaron una hombrera entera. La verdad que es bonito que la gente viva con esa pasión y te quieran tocar, pero se me hizo dura porque se sobrepasaron los límites.


Bendita dureza.


Sí.


¿Estarías dispuesto a repetir ese calvario?


Sí, hombre. Por supuesto que sí.


Zaragoza. Hay que rematar. Hay que ir a por el rabo.



Vamos a ir como siempre hemos ido, intentar sentir y hacer delante del toro el toreo que llevo dentro. Espero que las circunstancias ayuden para volver a vivir una temporada para mí inolvidable. 

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