Garrido, primera oreja y primer golpe en el arranque del abono en La Malagueta

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TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOS: SARA DE LA FUENTE-TOROS MÁLAGA


La corrida de Lagunajanda daba el pistoletazo de salida, este domingo, a la Feria de Málaga 2018. El Cid, Paco Ureña y José Garrido trenzaban el paseíllo en La Malagueta.


Muy suave recibió el sevillano El Cid al ‘colorao bragao’ que abrió plaza. El Cid, soltó las muñecas con excelencia y temple, interpretando el lance con suma prestancia a un toro que metió bien la cara y remató antes en burladeros echando la cara abajo. Al rematar el saludo se apreció que el ‘dulce’ Lagunajanda estaba muy justito de poder. Dos varas medidas y brindis al público. Manuel Jesús lo tanteó de inicio con suavidad y empaque, en unos muletazos con sabor. La siguiente tanda lo embarcó a diestras con ligazón y con la misma suavidad de inicio, aunque empezó a protestar en el viaje. A mayor obligación más soltaba la cara pero continuaba repitiendo su embestida. A zurdas hubo una tanda de mucha exigencia y trazo hondo donde El Cid se reencontró con su mayor virtud. El natural eterno se asomó a La Malagueta en tres preciosos momentos. Justo desde ahí, el toro se puso más impertinente -rebrincado- en su desclasada embestida y además se rajó. Lo que pudo ser se esfumó y nos quedamos con ganas de más. Pinchazo, estocada y ovación con saludos.


Ureña le ganó terreno al saludar al segundo. El murciano manejó el capote muy en cortito y con expresión. ‘Garboso’ no terminó de humillar además de quedarse cortito en el viaje. Ureña sabedor de las limitaciones de su antagonista lo cuidó en varas. Garrido hizo su quite por chiquelinas ceñidas. Brindis de Paco en los medios. El diestro de Lorca fue muy paciente con su deslucido astado que embistió sin nada dentro. Paco fiel a su pureza, se colocó en el sitio para trazar el muletazo sin afectaciones pero en cada embroque estaba a merced del segundo. Cambió de embestida anodina a defenderse y orientarse en cada intento de muletazo con peor comportamiento por el pitón izquierdo. Incluso hasta para descabellar tuvo guasa. Ureña trató en todo momento de obligarle a claudicar pero su esfuerzo fue en vano.


El tercero ‘Farandula’ tenía unas hechuras muy parejas al bonito que abrió plaza. A este, le endosó un precioso tratamiento con el percal Garrido. Variedad y mucha plasticidad con la tela rosa en verónicas y chicuelinas con superior media. Prosiguió con ese garboso aire en un galleo por chiquelinas al paso de preciosa factura, lo mismo que el quite. Torería de Garrido con el capote en los primeros tercios donde dejó su sello. Brindó en los medios igual que sus compañeros en los anteriores. José sin probaturas se plantó de rodillas en los medios para citar desde aquella jurisdicción. El ‘colorao’ se arrancó como un rayo aguantado el extremeño de hinojos y ligando una buena tanda inicial con transmisión y recorrido. José construyó una faena por ambos pitones donde tuvo entre otras la virtud de amarrarlo a la salida de cada muletazo puesto que el tercero tenía poco celo y hacía ademanes de rajarse de allí. Garrido estuvo muy firme y dispuesto ante uno complicado que sacó movilidad pero nada de clase. Toro de declas, con transmisión, pero sin ser agradecido al que José Garrido le puso pasión y buen toreo. Estocada, aviso y oreja.


‘Desalmado’ le regaló al Cid varias buenas embestidas con el capote y lógicamente el sevillano le cuajó un saludo de mucha prestancia y nivel. Sensacional el de Salteras por verónicas y cumbre con la media. Reposo y cadencia. Se cuidó al cuarto en la suave lídia de Curro Robles y en el caballo que montaba ‘Espartaco’ con dos varitas justas. Todo se le hacía a favor para ayudarle -justo de poder- pero en varas cambió su comportamiento y se puso a esperar a los de plata. Se la jugaron ‘Lipi’ y Rafael Limón que no quisieron pasar en balde de tan alto compromiso. Brindis a José Luis Martín Lorca. Manuel Jesús ‘El Cid’ le consintió y le tragó mucho al desclasado en el inicio de labor. Toro arisco, complicado de embestida dura e irregular al que impuso su oficio y buen criterio el sevillano. El Cid, puso en liza su madura técnica y curtido oficio para superar tanta brusquedad. Los pasajes a diestras y algún natural fueron de nota hasta tal punto que el director atacó el pasodoble en una faena a más. Cuando la oreja estaba en el saco vino un inoportuno pinchazo y se la quitó.


El quinto tenía más leña que un bosque. Alto de agujas, despegado del suelo, corniveleto, apretado y muy serio que embistió sin salir del sincero capote de Ureña. Toro con tralla en su acometida al que hubo que sacarlo para afuera tras intentar estirarse con el percal. En banderillas mostró genio protestando al sentir los arpones. ‘Patrullero’ llegó con alegría al último tercio y con ganas de embestir abajo. Y eso hizo con bondad en tan sólo dos series muy templadas y mandonas de Ureña. El murciano con muleta en la diestra le imprimió mucho gusto a su trasteo, pero lo bueno duró poco, puesto que el genio demostrado era mansedumbre. El quinto dijo “basta” najándose a tablas y a pesar de que ya no había más que hacer Ureña siguió de forma persistente. Fue un constante querer y no poder -sin colaboración de su oponente- en el interior del tercio. Al final, Ureña apuntó pero se quedó sin material alguno. Atascado con la espada. Silencio tras aviso.


El sexto era un toro muy fino de cabos y de menos expresión que el anterior al que Garrido abrochó con sabor en sus lances. Y es que el extremeño estuvo animoso toda la tarde con el capote. El cierraplaza se llevó su correspondiente quite por verónicas y antes, se dejó pegar en varas pero sin estridencias. José acarició la pañosa en el inicio de labor con una majestuosa trincherilla. Esa fue la firma de una asentada faena donde cada muletazo se llenaba de estética. La tauromaquia personal de José se expresaba ante un último sin clase y bajó de raza pero de uno en uno. Pases bonitos pero sin calado por la falta de emoción de un toro que no dijo nada y planteó problemas. La gasolina se le apagó pronto y todo fueron protestas de ‘Flamenco’ al que Garrido puso mucha alma sin recompensa. Estocada y silencio.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Malagueta. Primera de Feria. Corrida de toros. Casi media plaza.

Toros de Lagunajanda.

El Cid, ovación y ovación.

Paco Ureña, ovación y silencio tras aviso.

José Garrido, oreja y silencio. 

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