Liria (oreja). El mejor homenaje a Víctor e Iván no se merecían un mequetrefe en el palco vestido de carnaval. Esto es muy serio, y se muere de verdad, ¡imbécil!

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Liria (oreja) el mejor homenaje a Víctor e Iván no se merecían un mequetrefe en el palco vestido de carnaval. Esto es muy serio, y se muere de verdad, ¡imbécil!



Volvía Pepín Liria 10 años después de su despedida oficial en Pamplona. Y, pareció que fue ayer, ese día: raza y compromiso con el vestido de torero. El Juli en figura, aún sin orejas. Marín se justificó. Corrida de Victoriano del Río con mucha movilidad de todo tipo pero interesante con los primeros ejemplares exigentes ¿es eso malo?


LA CRÓNICA DE PEDRO J. CÁCERES



Abierto el portón de los sustos, Pepín Liria, se entretuvo en dar la bienvenida al primero de Victoriano del Río con dos largas, de rodillas, en el tercio para luego recetar un ramillete de verónicas y rematar con chicuelinas, vibrantes, y media. De rodillas, también, comenzó su faena de muleta. Toro con poder, agresivo (por alto se defendía) tendente a quedarse por debajo. No fácil. Con la muleta siempre puesta y tirando del viaje, le ligó series templadas por ambas manos haciendo ir a más el trasteo y mejor el toro, complicadito, y más para morir. Se tiró derechito a matar, pero la espada penetró atravesada. Tardío pero certero descabello.

Liria brindó el 4º al hijo de Espartaco y se fue a la boca de riego para pase cambiado con quietud y seguir con excelente son. A un toro templadito y agradecido del buen trato de inicio para luego lucirse en series a derecha e izquierda hasta rajarse el toro para optar por los variados adornos donde sobrevino una espeluznante cogida en el desplante de rodillas y de espaldas. Parecía sangrar por un gemelo, volvió a la cara del toro, de rodillas, emoción al máximo y gritos de hace 10 años, Pepín, Pepín. Más olor a cloroformo en la estocada (buena y de entrega), enganchado y perseguido por el toro que cayó rápido entre los gritos, otra vez, de Pepín, Pepín. Se pidieron las dos orejas, pero el de la chistera solo concedió una. Dio la vuelta al ruedo en loor de multitud.



Variado y muy firma con el capote anduvo El Juli a un 2º toro con pies que sacó genio en banderillas, esperando, acortando viaje y cara arriba. El Juli tiró de recursos de maestro para ir puliendo defectos de la condición del animal. Así, poco a poco le fue sacando series limpias por ambas manos. Muy por encima del toro no anduvo fino con la espada, un metisaca y un pinchazo hondo trasero prologaron dos descabellos.

En el 5º El Juli se enfrentó a un toro noble, sosito, de medio viaje en el que se recreó en una decena de naturales dosificada en varias series. En el redondo también lo cuajó con suavidad. En figura, lo que es. Estocada y descabello. Petición de oreja y saludos tras gran ovación.



Marín volvió, como ayer, a entrar pronto en quites a los toros de El juli . Breve el del 2º diseñando la verónica. El 3º de Victoriano le permitió lucirse con el capote. Con la muleta, dispuesto, enseguida le cogió el aire a un toro con movilidad toreable que fue descomponiendo por lo que bajó el nivel del trasteo. Hubo dos naturales , por abajo, por dos series en que el público volvió a reaccionar. Labor larga, de intentar hacer todo en ese toma y daca de un torero comprometido y un toro de revoltosa exigencia. Ese pundonor y su buen hacer llevaban marchamo de premio, pero la espada no ayudó.

Lesionado el 6º el toro fue devuelto. El sobrero con el hierro de Toro de Cortés resultó querencioso y defendiéndose al final del repetitivo viaje. Marín le consintió la media altura con lo que los remates salían tropezados. Muy deslucido el animal, el torero anduvo sin descomponerse, pero sin conseguir objetivo. Estocada.


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