Álvaro Lorenzo, tras la lidia del tercero, señaló al micrófono de Toros que "quería que el toro cogiese ritmo, pero él tenía el defecto de que soltaba la cara. La pena es no haberlo matado por arriba para que la faena hubiese calado más. A ver si el siguiente. Hoy para mí era una tarde importante y para devolverle a la afición el cariño que me ha mostrado, tanto en la ovación como en la faena".
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