Tarde en negro con seis grises, muy grises, de La Quinta

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el comentrio breve de Pedro J. Cáceres



Frío, frío. Unos por los otros, la casa sin barrer.

La corrida de La Quinta fue desesperantemente deslucida. Pero este tipo de toro retrata las carencias de ambición, tal que Juan Bautista, pese a muletazos sueltos de buna factura en el 4º, y las precauciones de El Cid en cuanto el animal mueve las orejas, que cierto es que barruntaban aviesas intenciones. Por el contrario, Morenito de Aranda se comprometió, quizá por imperativo legal, a escrutar si había fondo o no en su lote. No lo había, pero superó la envenenada prueba pese a que en el 6º se le hizo de noche con los aceros.

Como ayer, lo más lucido vino en banderillas, buen tercio de Zamorano, que, ante la nada, pareció “Magritas” en estado puro.

¡/3 de entrada. (Pedro J. Cáceres)




la crónica

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

Una corrida de toros santacolomeña de La Quinta era la que hacía segunda de la Feria de San Isidro madrileña este miércoles. En el cartel, Juan Bautista, El Cid y Morenito de Aranda haciendo el paseíllo a las siete en punto de la tarde.

“Berrón”, número 58, cárdeno salpicado, era el primero de la tarde, primero del lote de Juan Bautista, que le echó con suavidad el capote de salida a un toro suelto. No se empleó con exceso en el caballo. Ismael González y Rafael González protagonizaron un tercio de banderillas con el toro echando la cara arriba en el capote de César Fernández. De embestida sosa, quedándose muy corto y diciendo poro en la muleta del torero de Arles fue el toro. De estocada efectiva liquidó al animal el francés.

Berrendo en cárdeno era el segundo, “Meloso”, número 75, de octubre de 2013 con un peso de 522 kilos y primero del lote de El Cid. Manuel Jesús Ruiz “Espartaco” sufrió cómo echaba el animal las manos hacia adelante en una primera vara sin exageraciones en la forma de pegarle. A distancia se arrancó en la segunda vara. Por delante entró Lipi, dejando un par en la cara y Rafael Limón cumplió con su labor de tercero. Lo lidió Curro Robles de forma suave. Al público fue el brindis de Manuel Jesús, que se puso enclavado con la mano derecha en los medios para luego retroceder cuando venía el animal como un obús arrancado. Enganchado tenía que llevar a un animal que mostró su peligrosidad en algunos compases de la faena muleteril, incuso manseando en la última parte de esta. Por la derecha decidió porfiar Manuel Jesús hasta que fue a por la espada. El Cid estuvo solamente correcto ante un segundo para poderle y domeñar su comportamiento. Tizona en mano, dejó una espada defectuosa que requirió golpe de descabello.

“Platillero”, cárdeno claro, de 575 kilos, fue el tercero de la tarde, un animal al que Morenito de Aranda dejó un ramillete de verónicas de máximo encanto y calado en el tendido, especialmente una gran media con la que remató los lances. Recogido con torería acercó Morenito el toro al caballo que montaba Héctor Piña, casi desarmando el cárdeno al piquero. Al quite entró Juan Bautista, dejando una larga final de máxima sutileza. Muy templado embistió el toro en el capote de José Manuel Zamorano, entrando por delante Andrés Revuelta de forma efectiva y siguiéndole en suerte un Pascual Mellinas que tuvo que pasar en falso en la primera entrada por la tardanza del toro en arrancarse; a la segunda, el murciano también tuvo que provocar la arrancada sin clavar ningún par finalmente por la complicación de poder hacerlo. Bien anduvo Revuelta clavando el tercer par. Buscó siempre la colocación Morenito de Aranda en los muletazos ante un animal desagradecido, al que le impuso su impresión de torero con máxima personalidad. No le ayudó para nada con la espada.

“Palmeño”, de 528 kilos, fue el cuarto de la tarde. No se empleó con exceso el animal en el caballo de Francisco Ponz “Puchano”, tomando bien el capote por el pitón izquierdo en la seda del lidiador Rafael González. César Fernández dejó con habilidad el primer par de banderillas, entrando de forma rápida Ismael González. Sin querer embestir con celo fue el inicio de la faena, en la que esa fue la tónica principal. Estocada letal del torero francés, matando perfectamente y cuadrando de forma genial la muerte. Extraordinaria estocada. Ovación.

Tampoco el quinto rompió de salida, un animal que siempre se quedó corto y con el que Manuel Jesús no alargó trasteo. Curro Robles, de nazareno y azabache, pareó en primer lugar; el tercero, Rafael Limón, le siguió después ante un animal complicado para parear. Mucho le tuvieron que llegar a la cara. Muy bien lo lidió Lipi. Acortó faena El Cid.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. 15300 personas.

Toros de La Quinta.

Juan Bautista, silencio tras aviso y ovación.

El Cid, silencio y silencio.

Morenito de Aranda, silencio y silencio. 

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