Manuel Escribano se lamentaba del que el quinto no durase más en la muleta, porque "era para gozarlo. Era para echarle la muleta adelante y disfrutar todo el muletazo, pero se quedó sin fuelle y ahí nos dejó a todos con la miel en los labios. Bueno, queda otro compromiso el domingo en esta feria y espero que sea ese".
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