Ginés Marín: “Uno siempre sueña con lo más alto, pero si me dicen que esto iba a terminar así no me lo hubiese creído”

Ginés Marín: “Uno siempre sueña con lo más alto, pero si me dicen que esto iba a terminar así no me lo hubiese creído”

EL AUDIO DE LA ENTREVISTA

La carrera ha sido meteórica. Era hace un par de temporadas, uno de los novilleros más prometedores del escalafón. El año 2017 marca dos generaciones, escenificadas en Enrique Ponce y un jovencísimo Ginés Marín, que ha despertado todas las ilusiones y expectativas que se habían fraguado con él. En Madrid pudo ser más de no ser por la espada, pero la temporada comenzó en Valencia y terminó en Zaragoza. Ginés Marín, buenas noches.

Buenas noches.

Vaya temporadón.

Ha sido una temporada soñada para mí. Uno siempre sueña con lo más alto, pero si antes de empezar me dicen que esto iba a acabar como ha acabado no me lo hubiese creído. Contento del resultado y de las actuaciones en las distintas plazas.

Madrid pudiste reventarlo en la tercera tarde de no ser por la espada. Temporada de pitón a rabo. Y no solo por lo de Madrid, sino Valencia, Sevilla, Pamplona, Bilbao, Zaragoza, las plazas de segunda importantes como Albacete… es la continuidad lo que define la proyección de figura del toreo que has dado este año.

Sí, además no he rehuido ningún compromiso de nivel y hemos estado en todas las ferias de importancia y hemos tenido la suerte de que prácticamente en todas he salido en hombros o he puntuado. La regularidad es fundamental para llegar a ser figura del toreo. Al final, las figuras se diferencian por eso mismo, por su regularidad y ser capaces de expresar su toreo con cualquier tipo de toros y así lo he intentado.

Sin duda alguna que la regularidad lleva a ser torero referencia, y eso también para ser matador que lleve gente a la plaza. Tu forma pura, tu concepto de entender el toreo hace precisamente despertar esa ilusión. Yo lo llamo ser torero de maleta, de hacer kilómetros para seguirte…

Yo eso es de las mejores cosas que un torero puede tener, el tener seguidores que viajen a los distintos lugares a verte torear. Eso es muy bonito y al final a los toreros nos gusta tener expectación y que siempre se espere algo de nosotros.

Ha habido tardes en las que hay que arrollar y las orejas importan, pero normalmente siempre, se es fiel al concepto. De novillero te seguíamos profusamente, te conocíamos y sabíamos que con el toro bueno lo ibas a bordar, pero creo que esta temporada se ha demostrado la capacidad para estar a la altura de las circunstancias para lidiar al malo y no solo no taparse, sino triunfar. Esa capacidad para adaptarse al toro y no que el toro se adapte a ti.

Yo creo que hay dos cosas difíciles: una es torear despacio al toro bueno y cuajarlo rotundo y cuando sale el toro medio o difícil, ser capaz de estar por encima de él y triunfar. Al final eso es lo que te da la regularidad y con el bueno es lo que te marca la diferencia. Ahí yo creo que se basa el toreo y es lo que intento, aunque es verdad que un torero necesita de los triunfos, pero cuando sale un toro bueno hay que intentar torearlo para uno despacio.

Has terminado quinto en el escalafón, con 42 corridas de toros, cortando 18 orejas en plazas de primera, ¿te preocupa la cantidad o hay que hacer simbiosis de cantidad y calidad?

No me preocupa la cantidad, porque cuando las cantidades son grandes, la calidad baja. Yo creo que hay que buscar la calidad y no es mejor torero el que más toree, sino que hay que buscar la calidad y que los públicos tengan ilusión por verte.

¿Haces campaña americana?

Sí, estaremos en plazas de importancia y espero poder mostrar mi mejor faceta en aquellas plazas.