Ponce y "Ebanista" prosiguen su idilio con Vista Alegre

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Enrique Ponce, Cayetano y Ginés Marín estoqueaban, esta tarde, el encierro de Victoriano del Río en la plaza de toros de Vista Alegre dentro de la séptima de las Corridas Generales.


“Endiosado” llevaba por nombre el primero de la tarde, un castaño bocidorado primero del lote de Enrique Ponce. El toro, al que cuidó el picador, lo mimó especialmente Ponce en una media de cartel del inicio capotero y en el quite. Por verónicas decidió quitar Cayetano con un toro siempre con la cara arriba. Domeñó el torero de Chiva en los primeros compases del trasteo el corto viaje del anima, pero le cambió de cara a la segunda tanda los terrenos al animal para que éste tuviese otro son. Pero todo fue humo. A menos el animal, con el que porfió Enrique, sin suerte. Sólo matarlo bien fue lo único en claro que sacó.


Enrazado le echó el capote a la verónica al segundo de la tarde también con el hierro de Victoriano del Río. Se arrancó con muchísima alegría al capote de Luciano Briceño, en el que bajó la cara en el peto. La sorpresa llegó a la plaza de toros de Bilbao esta tarde, cuando Cayetano Rivera obligó a sus hombres de plata, Iván García y Alberto Zayas, a poner los pares de banderillas con los colores de la bandera española. Además, estos debieron desmonterarse por su gran actuación. Después, Rivera brindó al rey señalando que “este brindis va por España, por una ciudad que ha sufrido mucho el dolor y el miedo del terrorismo. Pero lo vencimos juntos y juntos lo tenemos que defender”. Le dio tiempos a un animal al que debió ir cuidando poco a poco. El toro se fue viniendo a menos, sonsacando muletazos a diestras para matarlo y llegar al tendido. Ovación.


Se partió el pitón el tercero de la tarde, un animal con el que corrió turno Marín para hacer salir al sexto, segundo de su lote. También al rey fue el brindis del torero extremeño en el bis. Largo lo llevó Ginés Marín, con la muleta cosida al hocico e imponiendo mucho ritmo al animal. Por naturales se encajó al natural el joven, llegando al tendido con mucha torería y viendo las cosas claras ganándole el paso hacia adelante al de Victoriano del Río. Aguantó las fuerzas el toro y se empleó en ellas con mucho gusto en el epílogo Marín, pero finalmente todo quedó en ovación por el mal uso de la espada.


Número 106 era el cuarto, nacido en marzo de 2013, el de más peso de toda la corrida. Ponce lo saludó por verónicas. Manolo Quinta se encargó del tercio de varas del animal. Tras el brindis al público, fue sobando la condición del animal a base de toque fuerte, de enjaretarle buenas tandas por la mano derecha y de llegar con fuerza al tendido. El punto de casta del animal hizo que crujiese el coso de Vista Alegre, llegando con fuerza arriba. Por esa mano porfió Ponce ante un toro con teclas, ligando derechazos y relajándose en su toreo, llegando de nuevo arriba. Se vino a más la condición de un astado que necesitaba el mando del torero de Chiva. Algún cambio de mano del epílogo muleteril también caló, siendo claves los tiempos que le dio el matador al astado para que confluyese en la construcción de una gran faena. Tras el arrimón final y dejar un estoconazo de libro que tiró al toro sin puntilla, cortó dos orejas que Matías sacó de golpe.

Con una larga cambiada recibió Cayetano de salida al quinto, un toro que entró al caballo que montaba Luis Miguel Leiro. Al quite entró Ginés Marín y le respondió Cayetano por el quite de Ronda. Al público fue el brindis del torero de dinastía, que se topó con un animal que fue desagradecido por su falta de clase. Complicado astado para Rivera que, además, no se lo puso nada fácil a la hora de enterrarle al acero.


De 562 kilos era el sobrero sexto, toro largo y aplaudido de salida por sus astifinas puntas. Agustín Navarro se encargó del tercio de varas de este cierraplaza. Poco a poco fue construyendo Ginés Marín una faena en la que la entrega fue la tónica fundamental ante un astado siempre con la condición a menos. Puso toda la carne en el asador y lo pagó con un volteretón sin consecuencias aparentes. Espada en mano, Marín dejó un espadazo y cortó la oreja.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Séptima de las Corridas Generales. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.

Seis toros de Victoriano del Río, a menos el aplomado primero; con emotividad la del segundo y tercero, este a menos; encastado pero con teclas el cuarto, siempre a másy ovacionado fuertemente en el arrastre; desagradecido el desclasado quinto; complicado el sexto.

Enrique Ponce, silencio y dos orejas.

Cayetano, ovación y silencio.

Ginés Marín, ovación tras aviso y oreja. 

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