La oreja no es uno más. Lo obtuvo tras decidir no banderillear al toro por las pueblerinas protestas al brindar el primer par con los palos embutidos en papelillos rojo y gualda; la bandera española

Todos somos Ferrera ¡con dos coj…!

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EDITORIAL / Programa LA DIVISA del 21 de agosto 2017

PEDRO J. CÁCERES



TODOS SOMOS FERRERA ¡CON DOS CO...!


Muchas dudas asaltan a este relator de la actualidad a la hora de editorializar esta Divisa.

Podría haber tirado por la vertiente político taurina respecto de los detestables acontecimientos terroristas en Cataluña al rebufo de lo publicado en las redes sobre un hipotético festival que a mí me parece un oportunismo que no viene al caso.

En el más puro aspecto taurino me debatía entre analizar la Feria de Otoño presentada esta semana o dedicárselo a Enrique Ponce tras su cumbre de Málaga como torero y como creador del llamado “Crisol” (una fusión vanguardista de bellas artes sin secuestrar las esencias de la corrida de toros) y como en 72 horas cautiva al personal de Ciudad Real y vuelve a perdonar la vida a un toro gracias a sus privilegiadas manos –ya se vio en Málaga que no todos somos iguales ante un mismo toro-.


Pero estamos inmersos en Bilbao cuyo caché y personalidad acusada tiene una relevancia similar a lo que acontece en un San Isidro o en la Feria de Abril.

Y a Bilbao llegó Ferrera, quizá el torero más “crisol” de un sinfín de tauromaquias.

Ferrera llegó, vio y triunfó en Vista Alegre ante dos toros muy exigentes, incluso intransigentes, de un duro encierro de Torrestrella cortando una oreja de mucho peso que pudieron ser dos de no fallar con la espada (su talón de Aquiles en este impresionante momento).


Ese trofeo no es uno más. ¡Bien, superior, Matías! Lo obtuvo tras decidir no banderillear al toro (su gran reclamo para algunos necios y muchos inocentes de público en general) por las pueblerinas protestas al brindar el primer par con los palos embutidos en papelillos rojo y gualda; la bandera española.

Y como mandan los cánones y asertos del toreo, tras la gallardía sin animal, tocaba echarle “los cojones al toro”. Y echó dos y un palo, que hacía surcos en el plomizo ¿albero? Bilbaíno ¡vamos! Le arrastraba un palmo por debajo de una poderosa muleta que ya de por sí barría arena.

Hay que conocer Bilbao y lo que eso significa para los indigentes intelectuales con la complicidad del silencio o las tibias palmas de los que tienen mayor amplitud de miras.

Un gesto que podía haber creado un precedente para abrir los caminos del respeto absoluto a La Fiesta, sus protagonistas y la Madre (Patria) que los parió.


Pero no.

Por un momento pensé que en el toro siguiente y 6º se confabularían sus compañeros de terna de corrida completa ( lo de toreros banderilleros no hace al caso) bien para que Fandi le siguiera por el mismo palo, bien para que, sacrificando su turno por una buena causa, hubiera salido al tercio con tres pares rojos y amarillos e invitar a Padilla y al propio Ferrera a cumplimentar el 2º tercio. No fue así.


Tampoco me imagino a ese “toreo” que tanto se llena la boca de unidad ante los grandes retos que el resto de lo que queda de feria, todo, los jefes de cuadrilla dispusieran que sus subalternos siguieran el ejemplo y “muerto el perro, se acabó” la rabia, puesto que si “los cojones, luego, con la muleta, se le echan al toro” las orejas caen; y además con divisa gualda y amarilla.


SÍ estoy seguro que de esternón para médula en su corazón palpita un sentimiento de sana envidia que les impulsara a gritar “todos somos Ferera”, pero no, tampoco. Ese alarido se piensa, pero no se ejecuta.

Ferrera tan sólo exigió respeto desde su viceversa al respetable inmolándose en nombre de La Fiesta.


Por ello yo sí propalo, alto y claro “todos somos Ferrera”…bien es verdad que algunos más que otros.

1 Comentarios

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Señor Caceres; comienza usted su artículo diciendo que "podría haber escrito sobre la vertiente Política Taurina" y me pregunto yo si finalmente no ha sido así. Sugiriendo que los compañeros de terna deberían de haber banderilleado con los colores de la bandera de nuestro Pais no es otra cosa que fomentar el aspecto politico taurino que ulele a rancio a caspa. Yo por el contrario aplaudo que no se hiciera. Me gustó mucho más la forma que adopto en el dia de ayer el maestro Cayetano. Mucho más señorial que la propuesta por usted. Se pusieron las banderillas con nuestra bandera si o si, sin tener que entrar en probocaciones, a su forma se hubiera entrado en una situación nada beneficiosa para la Fiesta Nacional y para Bilbao. Al hilo de sus palabras en lo referente a los indigentes intelectuales, comentarte que como se pudo ver ayer aplauden los actos que de verdad merecen ser aplaudidos, para eso les funciona el intelecto. Desde este rinconcito de Andalucia puedo afirmar que a su avanzada edad aún no conoce Bilbao. Y para terminar le deseo grandes articulos, pero por favor abandone para ello ese trasnochado, vulgar y sexista vocavulario que las nuevas generaciones de aficionados no comulgamos con él. Un saludo señor Cáceres

escrito por Jose Manuel 26/ago/17    08:41

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