Dos Puertas Grandes en tarde triunfalista en Pamplona

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Un cartel ilusionante compuesto por Sebastián Castella, Alberto López Simón y Ginés Marín era el que Pamplona planteaba este miércoles para la octava de su feria del Toro. A las seis y media en punto hacía la terna el paseíllo.

1º Se gustó Castella en el recibo a la verónica. Sebastián con mucha lentitud meció el capote ante un toro que embistió con son en el percal. Lo dejó fuertecito en el peto, tras una suerte de varas en la que cumplió su astado. El francés brindó al cielo y posteriormente planteó una faena por ambos pitones con mucha personalidad y madurez. Poco a poco, fue apretando a su colaborador oponente que respondió con ritmo. Exigió Castella por el pitón derecho con un toreo ligado y vertical, e igual, aunque sin humillar del toro por naturales delicados. Perdió fuelle el enclasado astado pero no el buen hacer de Sebastián. Estocada y oreja al buen toreo de Castella.


2º López Simón lanceó al segundo de la tarde ganado terreno pero sin redondear del todo por la fría salida del astado. Empujó y derribó en la primera entrada, la siguiente fue menos intensa. Tuvo carbón en la lidia y apretó en banderillas a la salida de cada par. Llegó al último tercio el de Victoriano del Río con muchas virtudes en su comportamiento y en su embestida. Clase, entrega y recorrido entre ellas. Alberto conocedor de su oponente estructuró una faena basada en la ligazón y el sometimiento. Hubo mando y mucha disposición para domeñar aquello y el madrileño le echó mucho plomo. Se gusto por el derecho toreando muy lento. Por el izquierdo, el toro pedía mando y llevarlo muy metido, algo que fue un toma y daca entre ambos. El encastado se metía por dentro a veces hasta que le echó mano en uno de pecho. Susto enorme. Simón muy firme con él regresó como si nada y volvió a cuajar tandas estimables. Se tiró en rectitud y salió prendido por los aires. Volteretón y entrega de verdad del madrileño que amarró una oreja por su cabal toreo.


3º Ginés Marín abrió el capote a la verónica cogiéndolo en cortito para interpretar unos lances de mucho gusto. Un toro que se empleó en el caballo en sus dos entradas. Ginés brindó el toro de su presentación en Pamplona al respetable y posteriormente se hartó de torear sobre todo por el gran pitón izquierdo. Marín basó su labor principalmente por ese buen pitón instrumentando naturales de muchos quilates. El joven extremeño tiró también de colocación y arrojo, con faces de toreo para la galería pero indudablemente que se vació por completo. A derechas, ligó y templó en series largas poniendo mucho empaque en su trasteo. Todo ante otro gran astado de Victoriano pero cuando se presagiaba el triunfo grande, lo perdió todo por pinchar varias veces. Vuelta al ruedo.


4º Larga cambiada en el tercio y compuesto saludo al cuarto por parte de Sebastián. Astado de temperamental que perdió celo de mitad de faena hacia delante. Castella comenzó por alto pegado a tablas. Tanda inicial de mando con doblones por bajo y con mucha transmisión que pronto llegó al tendido. A partir de ahí, el astado anduvo entre un punto de genio y la tardanza en acometer. El cuarto, retuvo su poder pero soltó la mansedumbre que llevada dentro queriéndose rajar en el ecuador del trasteo. Sebastián lo muleteó con criterio y toque fuerte en el cite provocando la humillación violenta de su antagonista. Castella firme, con oficio se impuso al muy deslucido y rajado cuarto. El toro se puso incómodo y distraído para entrar a matar y de ahí los dos avisos. Silencio tras dos avisos.


5º López Simón salió de la enfermeria para estoquear al feo quinto. Un toro indecoroso de pitones por su falta de expresión. El de Barajas en los primeros tercios lo lidió a favor buscando más el dosificar a su oponente que el lucimiento. Simón construyó una faena fiel a su toreo con una muleta siempre dispuesta a engarzar los muletazos. Series en las que no soltaba al toro cuando ya estaba dando el siguiente. Buen toreo del madrileño que ganó parámetros al natural con una zurda muy suave. Todo ante un toro muy toreable que se dejó claramente. Estocada y oreja al esfuerzo del madrileño.


6º Se movió el sexto sin codicia en los primeros tercios. No hubo nada relevante en lo artístico y casi se presagiaba lo mismo en los primeros compases de la faena. Sin embargo la buena colocación de Marín y su mandona muleta hicieron sacar un probable fondo al cierraplaza. De tal forma que tras la tercera tanda surgió el toreo ligado y compuesto del joven diestro. Ginés fue a más estética y profundidad, y al igual que en el anterior hubo pasajes para conectar con el respetable. Actuación muy a tener en cuenta por su desarrollo. Al natural le buscó las vueltas con un toro amagando con rajarse. Dos orejas tras espadazo sin puntilla.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de Pamplona. Octava de la feria del Toro. Corrida de toros. Lleno.

Seis toros de Victoriano del Río.

Sebastián Castella, oreja y silencio tras dos avisos.

Alberto López Simón, oreja y oreja.

Ginés Marín, vuelta y dos orejas. 

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