Joselito Adame, a hombros con Garrido, da un triple golpe y le gana el duelo en Badajoz

SANTIAGO ROMÁN

Joselito Adame y José Garrido en mano a mano hacían el paseíllo esta tarde de sábado de San Juan, día grande para Badajoz, en el coso pacense. Un encierro de El Torreón servía como materia prima ganadera para la ocasión. El hidrocálido le ganó por un trofeo a José Garrido el mano a mano con toros de El Torreón en la tarde en la que el coso pacense cumplía cincuenta años.

El primero tenía en el capote de Joselito Adame poco recorrido y metía la cabeza mejor por el pitón derecho. Quitó el hidrocálido por chicuelinas y se le coló en una de ellas. Sin raza ni casta alguna el toro, realizó Adame toda la faena por la izquierda menos una de diestras. Mató de casi entera un pelín caída. Hubo petición de oreja no atendida por el palco. Ovación.

En el segundo, Garrido se estiró a la verónica para recibir al blando toro. Una vez llegó al caballo recibió la puya totalmente inmóvil. Brindis al público. Volvió a doblar las manos delanteras al inicio de muleta. Ni la lidia a media altura evitaba que una tras otra doblara y cuando no lo hacía levantaba la cabeza en señal de protesta. Alargó innecesariamente la faena. Y con estos mimbres comenzó a sonar la música. Terminó haciéndose pesado. Terminó con bernardinas cogiéndolo en un lance sin consecuencias. Aviso antes de entrar a matar con un pinchazo hondo y descabello. Oreja.

Importante dimensión la de Joselito Adame en el tercero, en la que a punto estuvo de desorejar a su oponente. Fijo y humillador en el capote fue el animal de inicio, mostrando también que no estaba sobrado de fuerzas. Poco picado al caer bajo el peto. Quitó Adame por verónicas. Inició su faena por estatutarios ante un animal con poca fuerza pero con clase a los toques de muleta. Buena fue una serie de derechazos del hidrocálido con un toro ya parado y que, al final, hasta hizo por rajarse. Mató de estocada baja y cortó una oreja con petición de la segunda.

Derrotó el cuarto a la salida en el burladero rompiendo las tablas. Abanto en el capote y señales de manso. Mal el picador que se mantuvo en el caballo de auténtico milagro. Dobló las manos delanteras tras la puya. Quite por chicuelinas. Otro que tampoco podía con su alma. De nada sirvió la disposición de Garrido. La monotonía se apoderó de la lidia. Lo mató de entera. Aplausos.

Dos orejas con mucha fuerza paseó Joselito Adame del quinto, un toro que inició su lidia sin meter bien la cabeza en el saludo capotero. Quitó Adame por delantales antes del brindis al público. A más fue el toro, aunque sin sobrarle fuerzas, pero sí se arrancaba de largo. Logró llegar arriba a base de quietud, colocación y torear enrazado al buen animal por ambos lados, destacando el buen toreo al natural. Estoconazo. Dos orejas.

Al sexto Garrido le sopló dos largas cambiadas de rodillas. Lanceó al animal a la verónica hasta que en el tercero se le paró en seco a mitad del pase. Algo más de empuje y pelea en el caballo que el resto de sus hermanos. Acusándolo en banderillas. De rodillas le dio varios pases, por alto y luego derechazos. El toro quería pero no podía mucho. Citando a distancia los comienzos de serie por el pitón derecho. Lo llevaba e iba largo, pero las más de las veces andando. Tiempo le dio entre tanda y tanda. Hubo algo más de conjunción ante un astado de poca transmisión. Tiró de recursos para intentar animar al público, con molinete, circulares invertidos, de rodillas... Pinchazo en el sitio, un aviso, y estoconazo. Oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Badajoz. Tercera de la feria de San Juan. Corrida de toros. Un cuarto de entrada.

Seis toros de El Torreón.

Joselito Adame, ovación, oreja y dos orejas.

José Garrido, oreja, palmas y oreja.