Tremendo se llamaba el tercero, un toro que lo dejó crudito Aitor Sánchez en varas. Lo lidió Antonio Chacón, entrando en falso Manuel Larios en el primer par, lo mismo Amores en su segundo y cerrando de nuevo Larios. Al rey fue el brindis para ponbuerse por estatuarios en el centro del ruedo y conectar con emoción con el tendido. Por el derecho le repitió un toro en el que le vio la calidad, aunque de uno en uno, a zurdas. Por ese lado conectó con la plaza hasta que se apagó terminantemente el de Gallardo. Bernadinas fueron el cierre para matar de estocada media agarrada y descabello. Fuerte ovación.
A menos la calidad del tercero
Garrido saca pundonor para darse un arrimón ante un tercero a menos
Escribe tu comentario