El cariño de Paquirri en su adiós hispalense y la raza de Cayetano pasean una oreja en Sevilla

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EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: ARJONA-PAGÉS


Se despedía de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, en la tarde de este lunes, Francisco Rivera "Paquirri”, inmerso en su campaña del adiós. Lo hacía con un encierro de Daniel Ruiz y con El Juli y Cayetano como compañeros de cartel.


Comenzó la tarde con el homenaje a Montoliú guardando un minuto de silencio. Una tarde, la octava de abono que rememoraba importantes hechos históricos en el Baratillo en los últimos veinticinco años. Tal día como hoy ocurrió la tragedia de Calvo Bonichón; el alicantino maestro de maestros se cortaba la coleta de forma inesperada, Manzanares decía adiós por la Puerta del Príncipe a hombros de todo el toreo; el menor de los Rivera, Cayetano por nombre, se presentaba en Sevilla cuando tenía un gran ambiente de novillero. Por todo y más, el histórico uno de mayo será recordado en la Maestranza por muchas cosas y a partir de ahora, también por la despedida De Francisco Rivera Ordóñez 'Paquirri'.


El director de lidia tuvo claro que a la Maestranza se viene con una disposición diferente a otras plazas. Y es que Sevilla es su casa, su vida, su plaza, su todo. Francisco nada más terminar el paseíllo sabía que tenía que irse a chiqueros a portagayola, para rememorar a su progenitor que tantas veces lo hizo en el Baratillo y de pasó recordar su alternativa cuando también se fue a esa jurisdicción. Fue una puerta eficaz, con solvencia igual que el buen juego de brazos a la verónica que precedió el encuentro de rodillas. El astado que abrió el festejo hizo ademanes de calambres en las patas delanteras pero nadie de los presentes dijo ni mu. Toro bien presentado, bajo, cornidelantero y justo de fuerzas en conjunto. 'Paquirri' lo cuidó en varas en sus dos entradas y tras brindar al respetable cuajó un alto tercio de banderillas. Francisco se mostró muy dispuesto, variado y seguro en todos los pares y terrenos. Gran tercio. Rivera estuvo muy dispuesto ante un astado justo de poder, con buena condición pero sin la suficiente transmisión para que aquello subiera de tono. 'Paquirri' firme y con oficio estuvo muy superior al abreplaza. Firmó un espadazo arriba y recibió una merecida ovación.


Le faltó emplearse del todo al altón segundo. Astado muy fino de cabos y de carnes sueltas que remató por encima del estribo en los burladeros. El recibo del madrileño no tuvo mucha continuidad toreando por verónicas, sin embargo en el quite se mostró con mayor expresión por chicuelinas. Antes en varas se cuidó como a su hermano el abreplaza. Julián conocedor absoluto de esta ganadería le realizó una faena a medida. Tan precisa como técnica ante un mansito que embestía por fuera y al que Julián con mérito le tapó la salida constantemente. Levantó la música el director de la magistral banda -nuestro pesar por el fallecimiento de un componente en el día de ayer y nuestra admiración por la profesionalidad de los músicos en un día de luto para Tejera -lo que ayudó a jalear una faena de feria sin aperturas y con un público muy a favor. Pinchazo hondo y ovación.


Cayetano se fue a chiqueros a por su astado. Con decisión y paso firme se plantó de rodillas más allá del tercio para esperar el tren que salió por el portón de los sustos. Ajustadísima portagayola de Rivera ante un toro que salió muy en línea. Cayetano una vez en pie toreó con suavidad a la verónica y buen remate a un toro con dos puntas muy finas. Demasiado astifino el tercero que careció de fuerzas. Posiblemente acusó el balancín que se pegó durante la lidia. Otro que se cuidó en varas y que fue muy protestado por el sector más crítico de la plaza. Con todo a la contra Cayetano volvió a tirar de raza y con gesto de torero dinástico recordó a su abuelo el maestro Antonio Ordóñez. Un va por ustedes a los incisivos de la protesta. Lo brindó con la barriga. El menor de los Rivera no tuvo opción de triunfo ante un anima muy dócil pero exento de poder. Mostró Cayetano oficio y tesón para sacar alguno estimable. Esfuerzo sin recompensa artística. La espada de fue abajo. Silencio.


El cuarto fue un toro que sacó fondo en el último tercio puesto que en los primeros dijo poca cosa. Rivera muy dispuesto ante el último de su vida en Sevilla fue tejiendo una obra de interés. Francisco apretó por abajo a su astado que le respondió con gratitud. 'Paquirri' sometió apretando a su colaborador antagonista en el toreo fundamental con series ligadas. Hubo estética y seguridad por parte de Ordóñez que se sintió muy y que gustó a su Sevilla. Al natural, también enjaretó una tanda estimable. Bien el trianero de adopción que se despidió con un 'Enemigo' que le dejó expresarse con su personalidad de siempre. Sincero y fiel a sus formas. Oreja.

El quinto un 'colorao' alto de agujas desarrolló una clara falta de clase. Soltó la cara en cada encuentro tanto con capote como muleta. Un astado que casi no se picó para apostar por él en el último tercio. Sacó brusquedad el de Daniel Ruiz, un punto de genio pero sin sin malas intenciones con el madrileño. El Juli comenzó sometiendo, obligando a su segundo pero pronto cantó su nulas opciones. Durante todo el metraje Julián buscó cogerle las vueltas pero siempre topaba con la nula clase del que cerró su lote. Correcto El Juli, sobrado de oficio y sin suerte tampoco con la suerte suprema. Silencio.


Otro muy serio de cara, astifino como una aguja el sexto. Tremendo de pitones pero justo de morfología. Un toro que permitió un precioso quite, el llamado "Quite de Ronda" Cayetano decido y arrojado se expresó con su capote. Tras un brillante tercio de los hombres de plata que les hicieron saludar a Iván García y Alberto Zayas. La emotividad vino en el brindis de hermano a hermano, de torero a torero. Cayetano se tiró de rodillas ofreciendo el pecho, toreando con el corazón, sin técnica y con toda la dinastía en su fresca muleta. Lo embarcó 'delante' con todas las ventajas para levarse el revolcón pero Rivera citó con mando y precisión para hacerse el dueño de la mansito que cerró plaza. El sexto dale duró a Cayetano tres series donde destapó para Sevilla el empaque que posee el menor de los Ordóñez. Cayetano conjugó la raza y sus elegantes formas para firmar una faena de mucha entrega y transmisión. El último término acobardado ante tanto poderío de su matador. Espadazo de premio y oreja importante.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Octava de abono. Corrida de toros. Lleno.

Seis toros de Daniel Ruiz.

Francisco Rivera "Paquirri”, ovación y oreja.

Julián López "El Juli”, ovación y silencio.

Cayetano Rivera, silencio y oreja.


GALERÍA 


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