El cuarto llevaba por nombre “Insólito”, negro de capa, herrado con el número 111 y con un peso de 515 kilos. Muy suelto en el capote de Eugenio de Mora se mostró en los primeros tercios. Con mucho poder, toque muy fuerte, voz firme y mano baja le inició trasteo De Mora al toro rodilla genuflexa. Tranco mansurrón mostró ya en la primera tanda el de Gallardo, algo que agudizó en las siguientes tandas, incluso parándose. Complicado fue el animal, con el que porfió sin lucimiento el toledano.
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