“Sedero”, con el hierro de La Reina, era el primero de la tarde, un novillo castaño con un peso de 484 kilos, con el que se estiró a la verónica en los medios sin terminar de conectar el venezolano. Javier Martín fue el encargado de llevar al novillo al jaco, al que dejó una levísima primera puya y una segunda que sólo señaló. A pies juntos comenzó su labor ante un novillo noblón pero flojísimo ya en ese inicio, incluso por momentos mortecino. Nada pudo hacer el joven ante un novillo siempre a menos. Le hizo guardia la estocada, sacándola la cuadrilla pero siendo efectiva. Palmas.
Escribe tu comentario