Se lidiaron toros de Bohórquez para Pablo Hermoso de Mendoza, Manuel Manzanares y Léa Vicens

Dos generaciones, dos estilos; golpe de autoridad en Nimes

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EMILIO MÉNDEZ


Una corrida de rejones matinal abría este Lunes de Pentecostés en el Coliseo de Numes, penúltima de su Feria primaveral. Para el festejo estaba preparado un encierro de Fermín Bohórquez con el que hacían el paseo a caballo Pablo Hermoso de Mendoza, Manuel Manzanares y Lea Vicens.


El primero de la mañana fue un toro noble pero muy justo de fuerzas. Faena de mucha clase del rejoneador navarro, le imprimió su sello personal en una faena de mucha suavidad y templanza. Tras colocar un efectivo rejón de muerte escuchó palmas por parte del respetable, el cual supo paladear una faena de destellos y detalles falta de continuidad por las condiciones del animal.


El segundo de la mañana salió ya manseando desde chiqueros, Manzanares tiró de oficio para sobreponerse a las condiciones del animal. Destacó colocando banderillas al quiebro que calaron en los tendidos en algunas fases de la faena. Al igual que Mendoza solo pudo dejar detalles en una faena a la que le faltó mayor contundencia. Tras dejar tres banderillas cortas de buena ejecución y colocación escuchó palmas tras un rejón de muerte en buen sitio.

Tuvo Lea en tercer lugar un buen ejemplar con el que ahormó una faena de buen rejoneo y elegante monta. Destacó dentro de la faena las banderillas al quiebro, de gran ajuste y verdad, así como el clasicismo -bandera de la amazona francesa- que calaron en el respetable. Siempre le dio el pecho de los caballos al toro, colocó las banderillas en una "perra gorda", todo iba encaminado a un triunfo importante, pero tres pinchazos le obligaron a usar el descabello, por lo que todo quedó en silencio.


Importante fue la faena de Hermoso de Mendoza al cuarto de la tarde, un animal con calidad, fijeza y recorrido al que el jinete navarro le realizó una gran faena de principio a fin. Faena de Maestro, siempre a favor del toro, banderillas de poder a poder, elegante en su monta y torero en su ejecución. Nimes se rompió ante una faena basada en el temple y el gusto. Cosió al toro a la grupa del caballo en un tercio de banderillas espectacular, para luego citar y clavar en todo lo alto. Piruetas, toreo de gran exposición el incluso el teléfono cerraron un tercio de banderillas inolvidable. Cerró con las cortas, tal fue el calado de la faena que tras pinchar en un primer encuentro le cortó las dos orejas con mucha fuerza.


Manzanares le cortó una oreja al segundo de su lote, un toro con nobleza pero soso y falto de transmisión al que el jinete supo entender. Faena inteligente, acertó en los terrenos idóneos para la lidia del animal, faena de menos a más en la que tiró de raza para sobreponerse a las sosas embestidas del animal. Caló en el respetable tras las banderillas al quiebro y las cortas. El rejón cayó en buen sitio y el publico nimeño premió su solvente actuación.

Dos orejas cortó Lea Vicens en el último toro del festejo. Un animal de gran calidad y dulzura en sus embestidas con el que la amazona francesa realizó una faena de gusto y templanza. Clasicismo en su rejoneo, faena de mucha calidad en la que puso el alma para conquistar a sus paisanos. Estuvo el público con ella toda la mañana, ya que tras un rejón algo trasero se le concedieron las dos orejas. Lea volvía a dar un golpe sobre la mesa, en un festejo que a la postre fue triunfal.


FICHA DEL FESTEJO


Coliseo de Nimes. Sexta de la Feria de Pentecostés. Corrida de rejones matinal. Lleno.

Seis toros deFermín Bohórquez. Bien presentados, nobles y de buena condición aunque de juego desigual. Destacaron los lidiados en tercero, cuarto y sexto lugar.

Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas y dos orejas

Manuel Manzanares: Palmas y oreja

Léa Vicens: Silencio y dos orejas

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