Alejandro Chicharro: " Hasta que no vi el trofeo en mis manos no me hice la idea de ser el ganador"

" Hasta que no vi el trofeo en mis manos no me hice la idea de ser el ganador"

" Para ser mi primer año como novillero con picadores voy a torear alrededor de  15/20 novilladas picadas"

Entrevista por Alejandro Martín Carabias

La final del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid en colaboración con la Fundación del Toro de Lidia, como todos sabemos, la ganó Alejandro Chicharro tras cortar cuatro orejas en el mano a mano con Pepe Luis Cirugeda. Alejandro, pasito a pasito está dando que hablar y ya lleva unas cuantas novilladas siendo triunfador.

Enhorabuena por ser el triunfador del circuito

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Mil gracias, es un es un sueño cumplido. Ahora ya se ha olvidado y a esperar hasta la próxima novillada.

¿ Te esperabas ganarlo?

 Bueno, es algo con lo que todos hemos soñado, pero hasta que no llega el día, hasta que no te dan el trofeo, después de pasar muchos miedos, muchas inseguridades, pues no te haces a la idea de verdad.

Se ha visto una gran evolución tarde a tarde.

Somos novilleros y tenemos que corregir muchos fallos, aprender muchas cosas. Siempre hay algo que mejorar, siempre hay algo que cambiar. No estoy conforme tampoco ahora aun habiendo ganado el Circuito de Madrid. Quiero más. Sé que puedo dar más. Y de eso se trata: de cada día estar un poquito mejor.

¿ En qué no está satisfecho Alejandro Chicharro?

Por ejemplo, el caso de mi segundo novillo, el de Los Eulogios, me costó entenderle por donde meterle mano. Soy una persona muy crítica y me gusta que me digan la verdad. Hablando con la gente, con mi cuadrilla, con mi maestro me dijeron esas cosas.

Es muy importante que te lo digan.

Sí. Te ayuda para tener los pies en la tierra, para no creerte nada y  para seguir luchando y mejorando cada día.

Desde el debut con caballos, has salido a hombros en todas las plazas menos una.

Sí, donde no he salido fue en San Agustín, porque solo teníamos un novillo. Pero hay muchas veces que, aunque no se corten orejas que también son importantes, las sensaciones con las que te vas al hotel son más positivas. A lo mejor cuando no cortas orejas que cuando has.

¿Con cuántas novilladas te has presentado como novillero?

Unas 36/37 novilladas en total.

Un buen número para llegar preparado, me imagino.

Sí, prácticamente todas fueron antes de debutar. Entonces, te ayuda a ir más preparado.

¿Has encontrado mucha diferencia entre el novillo y el eral? O estabas acostumbrado a matar animales en el campo.

Bueno, no he tenido la suerte de matar muchos animales en el campo, excepto hasta principios de año. Pero yo creo que el novillo picado me sienta mejor y para lo que es mi concepto creo que me viene mejor. Le da más importancia a todo lo que hagas y yo me lo creo más, la verdad. Y sí se nota. Al final tiene una hierba más. Luego entra el caballo y no embiste igual. Lo erales van por ahí corriendo y cuando ya están picados pasa por ahí despacio. Eso gusta más.

Al ser triunfador del circuito de Madrid tienes un hueco reservado para torear en Las Ventas.

Creo que sí. No estoy muy enterado, pero juraría que sí y espero que así sea.

¿Cuándo te gustaría ir?

Bueno, eso lo dejo en las manos de mi maestro Cancela. Seguro que sabrá cuando me viene mejor, si este año o esperar un poquito más. Pero yo estoy dispuesto, como si tengo que ir mañana.

 De momento en el calendario tienes Arganda del Rey. Me imagino que en septiembre se cubrirá el calendario de fechas.

Sí, el maestro me ha dicho bastantes fechas en septiembre. Tengo muchas ganas de que llegue porque en septiembre tengo compromisos muy importantes como Villaseca, Navalcarnero, Arganda del Rey… un montón de fechas que hay que estar a la altura.

¿De cuántas fechas hablamos?

Creo que en septiembre por las que están habladas unas seis o siete más o menos.

Entre las que llevas y las que salgan, acabas el año con unas 15 novilladas.

Para ser mi primer año como con picadores, estaría muy bien terminar el año con unas 15/ 20 novilladas. Me quedaría contento, pero no satisfecho porque uno siempre quiere más.