El toreo callado de Jorge Martínez, sin respuesta en Madrid

La novillada de este miércoles estuvo marcada por el aguacero. Los novilleros reunían los suficientes alicientes para cotas mayores. La novillada, bien presentada, no tuvo mal juego, sobre todo los tres primeros, los de más entrega.

Jorge Martínez se abrió de capa por verónicas para recibir al chorreado primero. Jugó bien los brazos, de mejor intención que ejecución. El novillo se daba en los avíos del murciano, con buen son. Jorge Martínez instrumentó un trasteo exacto, pulcro, sin el eco que no cuajó en los tendidos a pesar del buen contenido que había en el ruedo. El murciano corrió la mano a izquierdas con ligazón y poder. A diestras no se dio igual. El cuarto, más abierto de cara, iba y venía, pronto a los tratos, pero sin entrega y estilo. JM le buscó las vueltas, destacando el final en las cercanías del novillo. Buena tarde de Jorge Martínez. Ovación en ambos.

Jorge Molina se presentaba en Las Ventas. Molina se las vio con el buen segundo, que lo quería todo por abajo, a pesar de pegar un tornillazo al final del muletazo. JM se dobló con el novillo, abriéndole los caminos, sometiendo al animal. El nudo de la faena trascurrió entre bajos y altos, afeando los finales de las series. Cuando corrigió el defecto de puntear los engaños, surgieron rondas de buena factura, macizas. El quinto no paró de moverse a lo largo de la lidia, venciéndose por el pitón derecho. Cuando se quedó sólo Jorge con el burel, le recetó rondas de buen trazo, poderosas, al principio del trasteo por ambas manos. Al animal le faltó entrega, desparramando la vista en cada muletazo, en busca de toriles, donde acabó rajado el novillo.

Sergio Rodríguez caldeó el ambiente echándose de hinojos con la muleta. Los cambiados por la espalda subieron el tono. Y en redondo, brotaron destellos de toreo poderoso. El de Montealto transmitía, pero había que llevarlo enganchado. El abulense lo enjaretó en varias rondas a diestras, pero dentro de un conjunto algo desigual. El fallo con la espada esfumó la oreja. El sexto, el más cuajado del encierro, sacó mal estilo, quedándose corto y sin ese empuje en la muleta. Lo más potable llegó con la mano derecha, pero a cuentas gotas, viniéndose abajo el toro y la faena.

Plaza de Toros de Las Ventas. Más de dos tercios. Novillos de Montealto, bien presentados. Destacó la primera parte del encierro, con posibilidades en la muleta. Los tres últimos los faltó entrega.

Jorge Martínez, ovación y ovación

Jorge Molina, ovación tras aviso y ovación tras aviso

Sergio Rodríguez, ovación tras aviso y silencio tras aviso 

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