Javier Núñez: ​" La mayor virtud de "Brasero" fue ir a más, a medida que pasaba la faena mejor lo hacía; cuanto más lo apretabas, mejor embestía"

" La mayor virtud de "Brasero" fue ir a más, a medida que pasaba la faena mejor lo hacía; cuanto más lo apretabas, mejor embestía" 

" Estamos en conversaciones con la empresa de Madrid para ir el año que viene; nos gustaría estar con una corrida completa tanto para la empresa como nosotros"

Entrevista por Alejandro Martín Carabias...

El domingo, en la corrida concurso de Las Ventas, la ganadería de La Palmosilla lidió un excelente toro de nombre “Brasero” que se llevó el galardón como el mejor toro. Hablamos con Javier Núñez sobre el toro y la temporada excelente.

Enhorabuena por la temporada y el toro del domingo.

Muchas gracias. Estoy contento porque no todos los días salen toros así y en una plaza como Madrid.

Tengo entendido que ese toro no entraba en los planes de Javier para lidiarlo.

El más me gustaba a mí finalmente no se lidió. La autoridad decidió que fuera este toro y yo creo que acertaron. Aunque no habría dicho lo mismo si fuera sido al revés -entre risas-. Acertaron porque, viendo el orden en el que salían los toros, el toro que me precedía, que era de José Escolar, fue sobrero en Pamplona, era alto y muy fuerte. A lo mejor, hubiera hecho chico al mío, aunque es cierto que son encastes distintos. Así que la autoridad entendió que el toro negro igualaba más con la corrida y aceptaron. Además, era un toro cinqueño con casi seis años y el otro era cuatreño.

Para que luego digan que el cinqueño no embiste, el caso es que lleve casta.

Claro, proporcionalmente, embisten más toros de eral que de utrero, utrero que de cuatreño y cuatreño que cinqueño.  Pero, cualitativamente es al revés.

¿Qué virtud destacaría de ese toro?

Principalmente, que fue a más. Normalmente los toros empiezan muy fuertes y luego se van desgastando. Y ese toro fue al revés, las mejores arrancadas fueron las últimas, cuando lo cerraron para entrar a matar y ahí el toro respondió muy bien. Fue bravo y exigente porque exigía una muleta poderosa y que lo apretara.  Cuanto más le exigías, mejor respondía. Esa es, para mí, la clave. A medida que se iba avanzando la tanda, el toro cada vez embestía mejor. Y suele ser al revés: el primero es muy bueno, el segundo regular y el tercero es malo. Pero, esto fue al revés.

¿Había miedo después del chasco de la corrida de 2014?

Bueno, iba con muchísima humildad y la responsabilidad es diferente, porque vas con un toro, y si no hubiera salido bueno o le hubieran echado para corrales, no habría empañado lo que llevamos hecho este año. Mira, iba con tanta humildad que he estado 8 años sin volver a Madrid. Y eso habla del respeto que le tenemos a esta plaza. Era una apuesta y teníamos más que ganar que perder. Y ha salido bastante mejor que lo que pensaba, en mis sueños no me imaginaba ganar la concurso de Madrid, porque hay ganaderías del gusto de la afición de Madrid y nosotros no hemos lidiado apenas en Las Ventas. Somos, prácticamente, desconocidos en la afición de Madrid y lo que nos conocen no es nada bueno. Porque en Madrid tuvimos un fracaso sin paliativos y nos ha costado mucho trabajo remontarlo y aquí estamos.

¿Ese toro puede ser una antesala a una corrida al año que viene?

Bueno, estamos hablando con la empresa y su intención es llevarnos el año que viene. Cuando acabemos la temporada, veremos qué toros tenemos exactamente y cuál serían. Si no es el año que viene, sería en 2024 porque tendría una camada más amplia.  Pero me gustaría estar con una corrida y vamos a barajar fechas, porque tengo un compromiso con Pamplona y tengo que respetar. Vamos a ir trabajando para ver cómo van las cosas. Pero yo creo que sí, la empresa tiene intención de llevarnos y nosotros intención de ir.

En una entrevista en La Divisa, hablabas de tener la sensación de estar repitiendo, pero yo creo que La Palmosilla ha pasado por la izquierda a ganaderías de postín.

Bueno, yo tenía esa sensación. Cuando empezamos el año, teníamos dos contratos firmados y los único que nos respetaron de 2020 fueron Azpeitia y Pamplona. Porque la temporada se presentaba con incertidumbre, porque había sitios que estábamos anunciados y al final entraron otras ganaderías. Y tenía esa sensación de repetir. Pero hemos subido nota. Todavía nos queda una corrida en Abarán, una en Arcos de la Frontera, que es importante porque es mi tierra y no me gustaría que saliera mal, y un toro en la corrida concurso de Valencia. Para nosotros, ha sido una temporada de esfuerza, pero con grandes satisfacciones.

¿A grandes rasgos, qué tiene la Palmosilla para el año que viene?

Entorno a unas 7/8 corridas, como este año. Vamos a plantear bien la temporada que tenemos y afortunadamente tenemos muchas solicitudes de corridas de toros. Y a medida que se pueda intentaremos plantear una temporada que tenga repercusión.