Gómez del Pilar: "Fueron momentos que el aficionado de Madrid supo verlos, Madrid me cantó esos naturales tan fuertes que llegan a uno muy adentro"

Gómez del Pilar: "Fueron momentos que el aficionado de Madrid supo verlos, Madrid me cantó esos naturales tan fuertes que llegan a uno muy adentro"

"Estoy en fase de recuperación, a pesar de haber reaparecido en Sotillo de la Adrada; fue una cornada extensa, pero limpia"

" Al toro lo vi demasiado encastado, me recordaban a los toros de Victorino tan duros y difíciles de hacer y torear, dentro de la dificultad, el toro tenía cierto fondo y me permitió dar esos naturales"

" La oreja ha tenido tanto peso porque se ha valorado lo que tenía delante y lo que se hizo"

LA ENTREVISTA DE  ALEJANDRO MARTÍN CARABIAS...

Gómez del Pilar volvió a demostar que debe de estar en todas las ferias, aunque sea en las corridas "duras", porque cada día que pisa una plaza da muestras de un torero macho. En Madrid, con un toro de José Escolar, vimos esa versión.

¿Cómo estás de la cornada?

Estoy en fase de recuperación y ya he reaparecido en El Tiemblo. Gracias a Dios, la cornada fue limpia, aunque extensa. Como dice el doctor Máximo García Padrós: estos toros te pegan la cornada y se van, estos toros no te pegan ese derrote que te pueden hacer mucho más. Dentro de todo, bastante bien e ilusionado de seguir con el ritmo que llevaba.

¿Seguimos con los puntos?

Sí, seguimos con los puntos, si no pasa nada, hoy me los quitarían. Y bueno, hemos seguido porque el doctor ha creído que era lo mejor, porque quería torear en El Tiemblo, por si acaso hubiese habido cualquier susto, una voltereta o una caída, por circunstancias, la herida no se abriera.

Reapareciste triunfando, dos orejas a una corrida de Pedrés.

Sí, mi primer toro tuvo cosas muy buenas y el segundo se dio menos. Cuando uno está bien, debe de arrancar las orejas de la mera que sea.

En cuanto a Madrid, ¿cómo vistes al toro? Fue muy complicado, pero al final fue agradecido.

Fue muy difícil. Aparte de complicado, lo vi demasiado encastado, me recordaba incluso en parte esas faenas que se hacían a los toros de Victorino padre, cuando la corrida era tan dura y difícil de hacer y torear. Siendo lo mismo se vio, dentro de toda la dificultad que mostró el toro, toda la dificultad que puso en la lidia en todo momento, que tenía fondo. Son ganaderías que tienen un fondo, aunque estaba muy abajo ese fondo, pero cuando los animales lo tienen y uno se entrega con ellos y está bien con ellos, terminan dándote esos cuatro o cinco naturales que me dejó pegarle. En esos naturales, el toro me embiste bien, aunque después se siente podido y me coge.

A base de entrega, hubo unos naturales muy importantes en Madrid.

El aficionado de Madrid supo ver el esfuerzo que estaba está haciendo con el toro. Fíjate lo que te digo, en el natural que me coge y en el anterior ya lo había cantado Madrid, que son de los olés que se te quedan para uno. El primer natural que hago es una apuesta, en el segundo la gente empezó a meterse, el tercero fue un olé que llega adentro y el cuarto me coge. Si no, hubiese sido un crujir de los importantes. Creo que la oreja ha tenido tanto peso porque se vio lo que tenía delante y lo que se hizo.

Había que matarlo sí o sí. No es lo mismo dar una vuelta al ruedo con la oreja que sin la oreja.

Creo que no me lo perdonaría en mi vida haberlo pinchado, sinceramente, porque son esos toros, esos días, esos sitios, esos momentos en los cuales tiene que ser sí o sí. Como tú dices, no es lo mismo dar la vuelta al ruedo con la oreja que sin ella, porque en un momento dado creo que a lo mejor me podían haber pedido la vuelta al ruedo, pero no es lo mismo con ella en la mano que sin ella. Y sobre todo con la ilusión que uno tiene para el siguiente toro. Porque en el primer toro, en estas corridas, cortarle la oreja y tener esa puerta, digamos, medio abierta o entreabierta, es una fuerza que te da para darlo todo.

Así fue, sin trampa ni cartón. Pasó lo que pasó, pero a Madrid hay que ir así.

No me lo tomo como una crítica, cada uno tenemos nuestra forma de ver el toreo y de entender la vida. Y lo volvería a hacer, el que me conoce sabe cómo soy y de la manera de pensar, sentir y expresar el toro. Y claro que me volvería a ir. Son de esos días que no se puede quedar nada. Y ya sabiendo que me voy a la puerta prácticamente todos los días, pues no sirve pensar que no debería de haber ido a puerta de chiqueros. No es mi forma de pensar.

Era jugar a una carta. Podían depender contratos del verano.

Pues ojalá que sirva. Ahora mismo hay muchísimas cosas hechas, la gran mayoría de las ferias están hechas y que podamos entrar en alguna de las que todavía están sin hacer. Y bueno, si no ilusionado con la temporada que hay. Si no, tocaría esperar, de cara al año que viene que tenga esa repercusión y a ver que va sucediendo, porque hay muchos momentos, por circunstancias, los toros también cogen. Hay muchas instituciones y muchas cosas y hay que estar preparado y ahora pensando ya en Teruel, que es una feria muy importante para seguir marcando lo que viene siendo.

Hablando con Robleño, decía que los empresarios no lo tienen en cuenta, pero el aficionado sí, sobre todo el de Madrid.

La afición lo tiene en cuenta, tiene memoria, pero realmente lo que nosotros queremos son contratos, para eso somos toreros, para eso nos jugamos la vida y es una profesión como otra cualquiera. Vivimos del toro. Y si después- ya no hablo de mí sólo- si no de mis compañeros, no tiene recompensa apaga y vámonos.