​Roca Rey se queda al filo del triunfo en Madrid

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ROCA REY. MADRID


Roca Rey se queda al filo del triunfo

El peruano hace lo más destacado ante un pésimo encierro de Fuente Ymbro

Nos podrá gustar más o menos Roca Rey. Pero es de los poquitos que arrean tarde sí y tarde también, sea cual sea el toro que tenga delante. Y lo volvió a demostrar porqué es el gallo del corral y el que más gente lleva a la plaza. A lo que nos concierne.

Pasaron tras toro tras toro y no cogía vuelo la tarde. El primero fue un soso toro en el que Urdiales poco pudo rascar de la sosaina embestida. Quizá no colaboraron los kilos, al igual que en toda la corrida. Su segundo tenía malas ideas, pegando tornillazos en cada muletazo, imposibilitando el lucimiento. Sin suerte Urdiales. Le queda la del viernes con la de Victoriano.

A Roca Rey se le midió como figura en toda la tarde. Su primero que apuntó buenas cosas en los capotes; desplazándose y con cierto ritmo. Pero se vino abajo el de Ricardo Gallardo. El peruano se puso por los dos pitones sin respuesta del toro, que tenía el fondo de gasolina justísimo. O ninguno.

Y levantó la tarde en su segundo. Un mansazo en toda regla. Iba y venía sin emplearse en los chismes, pero cuando hay un torero dispuesto, embiste por lo civil y criminal. Durante la faena le anduvieron pitando su colocación. Lo que tiene llevar el peso del toreo. Andrés le enjaretó dos series por la derecha macizas y profundas, llevando y recogiendo la suelta embestida del manso. Y cantó el toro. Remiso a embestir. Roca vio toros por todos los lados, desplegando su arsenal. Las manoletinas fueron ceñidísimas. Pero pinchó, esfumándose el triunfo.

Ginés recogió la ovación después del paseíllo. De mérito que Ginés estuviera hoy después del grave percance del domingo día 15. Su primero fue un inválido en toda regla. Y una vez más se notó la pésima afición del presidente. Incomprensiblemente dejó al toro en el ruedo. Sin opción el extremeño.

El sexto se movía, pero la faltaba entrega en sus embestidas. Calamocheando constantemente. Marín anduvo buscando las vueltas por ambos pitones sin hallar el camino de la descompuesta y calamocheante embestida. Mató de una estocada entera.

Plaza de Toros de Las Ventas. Lleno de no hay localidades. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados pero muy pesadora, quizá lo acusaron, y deslucidos en líneas generales.

Diego Urdiales, silencio y silencio

Roca Rey, silencio y ovación tras aviso

Ginés Marín, silencio y silencio 


GALERIA FOTOGRÁFICA DE ALFREDO ARÉVALO


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