Tomás Rufo, las orejas; El Juli, la faena de Madrid

Tomás Rufo, las orejas; El Juli, la faena

Tomás Rufo sale a hombros en otra magistral obra de El Juli

LA CRÓNICA DE ALEJANDRO M.CARABIAS

En una tarde de verano de agosto se plantaron 22.000 almas que sacarían a Tomás Rufo por la puerta grande. Algo excesiva, por encima de trofeos, hay madera de figura.

En el toro de su confirmación, le sopló dos cadenciosos lances, a pies juntos. Muleta en mano, rompió la enclasada embestida de “ Cascabel” en un prólogo estupendo, genuflexo el torero. Madrid cantó las buenas maneras de Rufo, llevando y soltando la dulce embestida a derechas. Y cada vez se prestaba más el Garcigrande. A izquierdas no se dio tanto, pero le sopló alguno de categoría. Por ahí quedó una trincherilla de cualquier manera, magnífica. Mató de estocada trasera y cobró la oreja. Ovación en el arrastre a “ Cascabel”.

Y la gente quería la puerta grande. Y así fue. Se vio a un Rufo con actitud, valeroso y poniendo todo en el asador. La cota más alta llegó con serie a derechas. Y la estocada en el rincón puso la puerta grande.

Otra vez la dichosa espada se cruzó en el camino de Julián. Qué feria ha echado…poniendo su nombre de triunfador. Salió Hospiciano sin centrarse, recorriendo dos veces el anillo venteño. El Juli le enjaretó unas templadas verónicas en el platillo del ruedo, atisbando la buena condición del toro, tardo pero con el suficiente depósito para moverse. El de Velilla estuvo impecable, lo tuvo claro. Abrió los caminos al toro y fue dándole la dosis que necesitaba Hospiciano. Lo más caro llegó al natural, de uno en uno, enganchándolo y soltándolo donde terminaba la embestida. Y donde bramaba Madrid. Allí en su cadera. Se pidió la oreja con fuerza que no atendió el palco y cobró una vuelta al ruedo clamorosa y  de Ospiciano no se acordó nadie. Buen toro.

Alejandro Talavante no está, de momento. No se dio coba con su primero, que no lo cogió el aire, que se movía bastante, sin clase, pero con opciones de haber planteado otra faena. Y en su segundo, el mejor del encierro, cortocircuitó su cabeza. Un garigay de planteamiento. Lo mejor fue al natural, una serie únicamente. Siendo Talavante. Después, ahogó al toro y sacó lo accesorio. El toro quedó sin premio.

Plaza de Toros de Las Ventas. Lleno de no hay localidades. Toros de Garcigrande, bien presentados 1; enclasado, mejor por el derecho 2; sin poder 3; con movilidad, pero sin entrega 4; con fondo 5; con ritmo y prontitud 6; descompuesto

El Juli, silencio y vuelta al ruedo tras muyfuerte petición y dos avisos

Alejandro Talavante, silencio y ovación

Tomás Rufo, oreja y oreja

GALERÍA DE FOTOS DE ALFREDO ARÉVALO