Héctor Gutiérrez corta oreja en "La México" (Crónica de Marysol Fragoso)

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Hector Gutierrez y Marysol



HÉCTOR GUTIÉRREZ; OREJA EN LA MÉXICO

EL HIDROCÁLIDO DEMOSTRÓ EN QUE ESTÁ LISTO PARA RECIBIR EL DOCTORADO; CORTÓ EL ÚNICO APÉNDICE

POR MARYSOL FRAGOSO

La despedida como novillero del Héctor Gutiérrez en la Monumental Plaza México dejó patente que lo mismo puede hacer una faena con categoría, estructura y calidad, tanto a un toro complicado, como fue su primero, que a otro de grandes cualidades, como el cuarto, que inclusive fue premiado con los honores del arrastre lento; toda vez que ambos astados del encierro de Marrón que le correspondieron fueron la cruz y la cara de la moneda, durante la segunda novillada del ciclo de reapertura de los festejos en la capital del país. Cortó una valiosa oreja, pero por encima de ello, está el estupendo desempeño que lo catapulta con todos los merecimientos rumbo a la alternativa que recibirá el domingo 28 en Guadalajara, Jalisco.

Con un palmarés de 56 novilladas previas, diez de las cuales las toreó en La México, en la presente undécima capitalina, tuvo que echar mano de su rodaje anterior a la pandemia, pues este 2021, apenas pudo participar en un festejo, antes de llegar al máximo escenario del continente americano. Fue una apuesta muy fuerte, pero este diestro hidrocálido dejó claro que está preparado para empresas mayores.

Con el novillo que abrió el festejo, de nula transmisión y que agotó pronto el gas, demostró valentía, inteligencia, así como poderío en la muleta al echarla muy adelante, para tirar de animal y ligar cada muletazo. Avanzada su labor, en base a toques firmes logró ejecutar pases en redondo. Terminó con una estocada defectuosa y un golpe de descabello, situación que le hizo perder la oreja y sólo saludó en el tercio.

El cuarto ejemplar cantó su calidad desde que salió por la puerta de toriles, lo que permitió a Gutiérrez lancear con la figura muy erguida y con las muñecas rotas para desmayar en capote con gran temple sobre el albero, mismo que fue seguido por el morito que se empleó con el hocico muy bajo y entregando.

Con la muleta engarzó una faena con madurez y que transcurrió en el terreno del ruedo que le pedía el novillo. Redondeó con calidad una labor de arte, que remató con una serie de hinojos, realizada por bernadinas. Se entregó en el primer viaje con el acero y fue prendido aparatosamente por el toro, perdió la vertical y el aire, tras escapar de los brazos de las asistencias que lo estaban trasladando a la enfermería, regresó al ruedo, entre gritos de ¡torero-torero! para dejar una estocada entera. Una atronadora ovación y una rotunda petición, puso en sus manos la oreja.

Sebastián Ibelles, se esforzó con un lote deslucido. Con el segundo obtuvo mejores dividendos de parte del público, pues alcanzó a ligar pases de trazo largo y de sentimiento muy a la mexicana, pero luego la faena fue a menos hasta que se desdibujó. Machacó con doblones y remató. El quinto fue soso, aunque le pisó terrenos, como alargó la faena escuchó algunas protestas de los aficionados.

Estupenda fue la carta de presentación de Julián Garibay, que puso un aire de frescura al festejo en el que se entregó sin cortapisas en su búsqueda del triunfo. Con el tercero se destapó ante un toro le permitió el lucimiento, en especial al torear por naturales. Aprovechó la claridad de la embestida para hacer una faena con sabor. Cuando mejor toreaba, al intentar un redondo invertido, el toro lo prendió, desgarrando la taleguilla a la altura del glúteo derecho. Estuvo muy esforzado ante el último, ante el sustituto de uno que salió de toriles, lesionado de una pata.

El balance final fue: segunda novillada del ciclo La Reapertura. Encierro de la ganadería Marrón; con poca transmisión, excepto el tercero que se dejó y el cuarto, premiado con arrastre lento. Héctor Gutiérrez (salmón y oro): saludos en el tercio y oreja; Sebastián Ibelles (turquesa y oro): palmas en el tercio y algunas protestas; y, Julián Garibay (marino y oro): palmas en su lote. Sobresalieron en banderillas Fernando García, que saludó en el primero, y Cristhian Sánchez, en el cuarto. 

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