Javier López Galiacho: "La Tauromaquia actual es como “EL Titanic”, la orquesta sigue tocando pero el barco se hunde"

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Yo sigo explicando el derecho civil en la Universidad y cuando pongo algún ejemplo de un contrato taurino, hablo de Juli, hablo de José Tomás y no saben quiénes son. El joven no está en contra la tauromaquia, la desconoce casi por completo.

Yo creo que la Fundación del Toro de Lidia debería estar más en el tema del arraigo social, para que el toreo penetrara más en las universidades, en las academias, en las empresas, en los patrocinios, para intentar evitar que no haya bloqueos o límites.

Y luego generar como una liga de fútbol profesional, lo que ha hecho Tebas; es que a lo mejor a la fiesta de los toros le falta un Tebas, alguien que ponga una liga profesional, que retocarse el espectáculo, que le de orden, que pueda luchar con las administraciones.




Lo conozco desde hace más de 30 años. Sobrio y, sobre todo, reflexivo. Es un pozo de ideas en torno a la tauromaquia, un activista, pero un activista moderado. Nunca, en 30 años, le he escuchado un reproche, le he escuchado, esa sentencia de aficionado rancio taurino que se queja de todo, la clásica frase de que “el enemigo no está afuera, sino dentro”. Todo lo contrario.

Llevó el toreo a la universidad hace ya más de treinta años, fundando el Círculo Mazzantini, intentando introducir la tauromaquia entre los universitarios y en los diferentes colegios mayores. Un auténtico cerebro.

Doctor en derecho, profesor de derecho civil.

Hablamos de Javier López Galiacho,

ante todo, un amigo. Javier, buenas noches.


Muy buenas noches, maestro.

La verdad es que se me han puesto los pelos de punta porque, claro, tu has  hablado de  ya treinta años que nos conocemos y yo me acuerdo de aquel día que tu modérate el acto inaugural del Círculo Mazzantini,  que fundé con el profesor Manuel Ollé, un penalista insigne, y, te llamamos para moderar, ni más ni menos en la Universidad en el año 91. el mano a mano entre Ortega Cano y César Rincón después del mano a mano en Las Ventas con la corrida de Samuel. 


Aquello fue un bombazo. Cuando el toreo estaba en los medios de comunicación, el toreo estaba en Televisión Española y se había visto por tanto joven aquel festejo extraordinario.

Y claro, analizando eso en 30 años a cómo está la fiesta, hoy, a pesar de la pandemia -que también afecta- han sido 30 años en vez de una evolución en reposo, hemos tenido la involución, se nos ha ido el agua de la piscina y ,claro está, como el Titanic, “sigue sonando la música, pero el barco, se está hundiendo”.


Haces referencia a aquellas charlas, aquella inauguración del Círculo Mazzantini y, luego en diferentes colegios mayores, te preocupaste de llevar los toros, a la universidad. Ahora mismo es imposible. ¿Porqué?

Ya no solamente desplazarse e ir a explicar a los universitarios lo que es la vida de un torero, ni siquiera una entrevista telefónica se puede concebir hoy por hoy con ninguna de las grandes figuras del toreo, con ninguno de los grandes apoderados, empresarios, etcétera, salvo excepciones. Eso es muy importante. Yo creo que uno de los principales males de la fiesta es que se han dejado ir a la sociedad.


Es cierto, te echan a los jefes de prensa y a los “comunity” manager por delante y establecen una barrera, cortafuego.

Yo recuerdo. Cuando iban a torear a Salamanca, Valladolid, Albacete, los toreros se hospedaban en el centro, como ocurría en mi tierra en el Gran Hotel, o en Los Llanos y esperabamos de chicos la salida de los toreros para te firmaran un autógrafo en una camiseta, en una entrada, etc.


Ahora, cuando van a las grandes ciudades se van a las afueras, para que no les molesten, donde llegan con grandes “vanettes”, grandes coches, llegan a la plaza, se vuelven ir al hotel y se ha perdido la cercanía con el público que los veía, más que como toreros como ídolos, o referentes sociales.

Es decir, ¿dónde están hoy en día los toreros?, en la soledad. Es que estamos, como prácticamente ya, en lo que eran las catacumbas romanas.


Entonces, todo eso se ha ido retirando, organizadamente, se han retirado de la sociedad y el problema es que la gente joven, mientras hablábamos de colegios mayores, universidades, ni los conocen.

Yo sigo explicando el derecho civil y cuando hablo, o pongo algún ejemplo, de un contrato taurino, hablo de Juli, hablo de José Tomás y no saben quiénes son.

El joven no está en contra de la tauromaquia, es que la desconoce casi por completo.


Te pongo un ejemplo:  en una clase de  propiedad intelectual en el Círculo de Bellas Artes. Manuel Benítez, “El Cordobés” intentó defender su marca ante un anís, creo, se llamaba “cordobés”. Y el pleito -ante el Tribunal Supremo- para reconocer su apodo como tal “Cordobés” para protegerlo como marca.

Aquello fue una sentencia de 20 años bastante conocida.

Bueno, cuando les hable de “El Cordobés” era como si les estuviera hablando de uno de aquellos reyes godos que nos aprendíamos de memoria. Es que no conocían ya ni quién era la figura más internacional que ha dado la tauromaquia antes, ahora y dará en el futuro.


Tenemos un problema: los medios de comunicación han desaparecido. La publicidad no quiere saber nada. Con lo cual ya no solamente quedan desaparecido todos los ingresos atípicos de un espectáculo. Porque sabemos que cuando tú vas al teatro está la taquilla, pero hay otra serie de ingresos atípicos publicidad, marcas.

En el toreo tenemos un problema añadido que solamente se mantiene con lo que se ingresa en la taquilla, porque, incluso, los políticos, los ayuntamientos se van a pensar mucho, las autonomías, dar un duro a la fiesta. Son muchísimos los problemas y yo creo que lo que hace falta, ya, es hablar de presente y de futuro, porque ahora sí que nos quedan dos cartuchos, dos cartuchos en la recámara para que esto pueda ser viable.


Me hablas del teatro, del cual tú eres otro apasionado.

Teatro: trama, nudo y desenlace. El desenlace, hoy, es la tragedia actual, la pandemia. Pero, claro, cuando la trama y el nudo se vienen deteriorando, por lo que venimos contando, desde los años- prácticamente 98, 99, 2000, pongamos en el siglo XXI- de aquellos polvos estos barros


Te voy a poner un ejemplo que vais a entender perfectamente; hablando de teatro.  El Teatro María Guerrero durante cada año el jefe de mantenimiento veía que tenía carcoma, tenía agujeros y le ponía masilla (eso que se pone para para cerrar los huecos). Pues, cada año se le iba poniendo masilla y seguían estableciendo la función, hasta que alguien haciendo una ITV en el teatro, una inspección técnica, se dio cuenta que el teatro había vencido, no estaban en eje equilibrado, sino que había vencido. Y es que, por dentro, se lo habían comido las termitas y tuvo que cerrarlo cuatro años para volverlo a rehabilitar.


Lo que le pasa a la tauromaquia  es que se le han comido las termitas y lo que se ha ido haciendo por los profesionales, con buena fe, seguramente, es ponerle masilla a este espectáculo y no han sido capaces, nadie, de hacer esa gran sentada, como yo decía en la entrevista a “El País”, lo que hizo Luis Aragonés cuando sentó a las bases del fútbol español y dijo: “a que queremos jugar”…Y nos llevó a ganar un mundial y 2 europeos. Esto, en cambio, en el mundo del toreo, como tú muy bien dices, que iniciamos este siglo, que ya se ven los problemas, que empieza a reducir un 60 por ciento -desde el 2007 al 2010- los espectáculos, pues, aquí, había que haberse unido para repensar la tauromaquia en el siglo XXI y ese es el grave problema que sigue.

Se volverá a la situación antes de la pandemia, más o menos reabrirán las plazas y se darán los espectáculos en la medida que sea, pero, claro, cuando tú le quitas a la gente dos o tres años de ir a un espectáculo, esto se viene abajo.


Te voy a poner un ejemplo, el otro día Concha Velasco, en una función en la que habría un 60 o un 70 por ciento de aforo, ella tiene 85 años y sigue actuando, para, al final, sentada en una silla dice:  os voy a contar una cosa, hoy he decidido con el empresario abrir esto, es decir que si hay 30 nos repartimos lo que sea y si hay más a más tocamos, pero el problema está en que si echamos el telón esto va a ser ya muy difícil levantarlo, porque lo primero es que ustedes no van a venir al teatro, han perdido la afición.

Imagínate para recuperar los espectáculos en los pueblos, en las grandes capitales y a Madrid, Valencia, háblate te Málaga o Villarrobledo.

Imagínate para anunciar otro espectáculo de toros, con la crisis que tenemos, se han perdido 2 años. Pero, claramente, cuando se han perdido mucho más años, pero desde el mismo momento en que salta el bicho hace un año, justo ahora se va a cumplir, tenía que haberse constituido esa mesa estratégica por todos los sectores del toro.


Y, yo creo que esto es lo que nos damos cuenta. El problema que tenemos es que vemos que dentro del sector, no, hay una capacidad de respuesta, seguramente sean muy difíciles. Pero, ahora mismo, quien está realmente defendiendo a la fiesta son los aficionados. Esto no pasa en el teatro. Yo no veo a los que vamos al teatro y al cine defendiendo el teatro y el cine, sino que lo defienden los guionistas, los directores, los actores, etc. Es decir, el propio sector se pone delante del Ministerio de Cultura y,, desde la unidad le pide subvenciones, ayuda, regularización, etc. Y en el toro, ahora mismo,son una serie de aficionados, con una serie de periodistas que estáis en primera línea, dándonos voz.


Pero, lo que dices tú, aquí ¿dónde están las figuras? Alguien que salga a decir -porque tienen voz en la sociedad- “aquí estamos, servimos para esto, esto es bueno para la sociedad. Es tan bueno desde el punto de vista ecológico y mantener una especie que si no va a desaparecer”

Estamos hablando de una especie bovina única en el mundo, que si no hay toros va a desaparecer. Esto no lo podemos poner en un zoológico, no lo podemos poner en un circo porque es un animal que se muere, necesita libertad, necesita acometividad, la bravura necesita manejo. Por tanto, son muchas, muchas, las razones para convencer que este espectáculo tiene que ser mantenido, renovado, dentro de la esencia, renovado e innovador, es el único espectáculo del mundo donde no ha habido de innovación, es el espectacular donde no se han repensado fórmulas.


Las estructuras empresariales, por ejemplo, que seguimos pensando como el empresario de un siglo antes. Hay muy poca evolución entre el empresario. Hay muy poca evolución y eso es un problema que tiene La Fiesta.


Ante esta desafección para con la sociedad que están teniendo, sobre todo la figura del toreo y los grandes empresarios, en una endogamia total y absoluta y nefasta, yo creo, no sé, te pregunto

¿Les ha venido muy bien el auge del animalismo para tener un rival potente y crear un victimismo y seguir haciendo la política del avestruz, de esconder la cabeza bajo el ala?


Yo creo que es un es un enemigo poderosísimo, en tiempo o en dinero o en recursos, es poderosísimo. El animalismo es peligrosísimo y poderosísimo.


Yo pongo el ejemplo que no hace muchos años, en una visita a Nueva York, me encontré en la Séptima Avenida cuando me crucé con la 54, un gran anuncio, enorme, donde se veía a un toro con una banderilla y un estoque y decía en inglés: “esto es arte o tortura” y digo que colocarlo allí lo que le habrá costado al movimiento este animal. Entonces yo creo que como no estamos preparados, pues, vamos retrocediendo y, como tú bien decías, metemos el cuello bajo el ala y nos quedamos ahí, en la trinchera de la de la resistencia.

Y, claro, cada día que pierdas es un año de ventaja para el animalismo. Cada día que estás sin ponerte en tu sitio, ellos van cogiendo ventaja. Es más, está prendiendo muy bien en los movimientos políticos populista, porque la propia política ha evolucionado, por ahí va, ha evolucionado para el otro sitio.


Y el problema, la desafección social; yo hablo de la destaurinización de España, 30 años. Vamos a situarnos cuando inauguramos contiguo al círculo Mazzantini en el año 91, tenía toros en televisión, estabais en la COPE, el otro estaba la SER, empezaba el digital con fuerza, los bares taurinos eran un referente, Las Ventas estaba rodeada veías a los de la movida que no les importaba los vieran en los toros, en el palco del Plus… ahora, todo eso ha desaparecido.


Tu pregunta ¿han desaparecido los toros, por completo, de la sociedad? Esto me lo dice muchas veces mi mujer: “oye Javier has escrito un libro “en corto y por derecho” que ensalza los valores del toreo, la empresa moderna, etc. ¿te ha pedido algún torero el libro? ¿dónde están los profesionales. A veces nos dejamos llevar más por la pasión.


Yo les estoy echando una mano, con estas ideas, a la FTL, pero, yo creo, para mí, que debería estar más para el tema del arraigo social, para que el toreo penetrara más en las universidades, en las academias, en las empresas, en los patrocinios, para intentar evitar que no haya bloqueos o límites, etcétera.


Y, luego, generar como una liga de fútbol profesional (lo que ha hecho Tebas, es que a lo mejor a la fiesta de los toros le falta un Tebas, alguien que ponga una liga profesional) una federación profesional, que retocase el espectáculo, que le de orden, que pueda luchar con las administraciones. Y claro, mientras estamos como aquellos personajes del absurdo de “Esperando a Godot”, diciendo que viene Godot, que no, no viene nunca.


Otras actividades controvertidas y que son diana del animalismo, en cambio, han sabido reaccionar, como por ejemplo el sector de la caza.


Ah, claro, amigo, claro, es que, fíjate que importante, porque esto me da pie a hablar de una cosa del sector de la caza. Se ha unido, llama a una consultora (Deloitte), he hizo un estudio. Porque tu vas a la administración y cuentas que si los toros generan no sé cuánto, y demás. y te dice la administración ¿Y esto dónde viene? ¿Qué hizo la caza? Coge a Deloitte, le paga un millón y pico y les encargan un informe sobre la situación de la caza en España. Entonces, a partir de ahí, ya tienen un argumento además de ser un sector que está muy arraigado en España y tiene su importancia.


Y, luego compran, en el diario ABC (no sé si comprado, acuerdo o lo que sea) y tienen seis páginas todos los viernes o cada quince días. Tienen seis páginas donde se habla de la caza ecológica, de la caza como productor económico de España, de puestos de trabajo en la caza, la caza como gastronomía... Todo eso lo podríamos tener en el toreo ¿o no? Podríamos hablar de gastronomía, estar hablando de ecología, que ese es el gran problema -como los ganaderos- que deberían abrirse…, fíjate, y te daría un titular, ya casi para concluir, al animalismo se le combate con más animalismo. Es que la dehesa brava es el mejor argumento ecológico para no tocar ni esto.


Y, luego, déjame también que concluya, no deja de ser un acto de libertad. Yo voy donde quiero. Es un espectáculo que está recogido en una ley que lo reconoce como patrimonio cultural de España. Y yo tengo la libertad de poder ir a una plaza de toros sin que se me moleste lo más mínimo.


Yo creo que va a ser muy difícil que el mundo del toro desaparezca. Está muy arraigado en la antropología española y siempre pongo ese ejemplo: “Imagínate que un día nos dicen que nos van a prohibir los toros y en ese momento pues no mandamos un chat “oye, esta noche en Colmenar de Oreja -porque hay un ganadero que ha seguido criando un toro bravo y hay un chaval que se quiere poner delante-  os pedimos por favor, que vayáis con vuestros coches para hacer una plaza de torear, con las luces, con los faros de los coches…¡cosa tan bonita! Yo creo que eso es algo utópico.



Y quisiera dejar este mensaje final: “hay que tener esperanza y seguir luchando. Incluso en la retirada nos batiremos con esperanza.


ha sido una delicia auténtica. Seguiremos charlando


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