Se sigue añorando la Feria de Quito, que se dio desde el primer año de inauguración de la plaza que fue en 1960, y no por culpa del COVID

Se sigue añorando la Feria de Quito, que se dio desde el primer año de inauguración de la plaza que fue en 1960, y no por culpa del COVID

Pero esperamos como plato fuerte de este año 2020, tan atípico de la feria taurina de Latacunga, con dos corridas y un festival. 

Cordiales saludos Pedro Javier y amigos de la divisa.

La fiesta de los toros en el Ecuador, en esta época, siempre recuerda la feria de Quito, esa añorada Feria de Quito, Jesús del Gran Poder que se dio desde el primer año de inauguración de la plaza que fue en 1960 con las grandes figuras del toreo.

Por aquí pasaron los grandes toreros de muchas épocas, desde Pedrés, Bernadó o Curro Romero, pasando por El Cordobés, Paco Camino, El Viti, Palomo Linares, que fue un ídolo en Quito, Paquirri, el gran Paquirri,… los mejores toreros mexicanos de esa época: el  maestro Eloy y Manolo Martínez; Manolo Arruza, Armillita Chico, etc. El portugués Víctor Mendes, otro ídolo de Quito y toreros más recientes como el maestro José Ortega Cano, Roberto Domínguez, el maestro César Rincón que triunfaron, se llevaron un trofeo Jesús del Gran Poder en algunas ocasiones y hasta los años recientes, relativamente recientes, Julián López, El Juli o Enrique Ponce, que es el que más trofeos tiene, lo mismo que Sebastián Castella.

Su última feria fue en 2011.

De alguna manera hay que decir que Latacunga ha cogido el testigo.

Es de momento la feria más importante y hablaremos de ella en esta oportunidad.

La hace el ganadero José Luis Cobo, y han venido muchas figuras: Enrique Ponce, Morante de la Puebla, Juli, José Mari Manzanares, Diego Ventura, Antonio Ferrera que ahora vuelve.

Decir que, también, se ha puesto una demanda ante la Corte Constitucional (lo hace una asociación de toreros que lidera Pablo Santamaría, hombre de plata y matador en su tiempo) para pedir a la Corte que se pronuncie. Fue admitida a trámite sobre la inconstitucionalidad de la pregunta 8, que anuló la posibilidad de que los toros mueran en la arena en el distrito de Quito, porque hay que recordar que en todas las otras plazas del Ecuador - las plazas importantes que hemos hablado ya Latacunga, Riobamba, Ambato y tantas- donde los toros se matan, porque esa fue la decisión de la voluntad popular.

¿Pero qué es lo que pasa? Que una pregunta, por más que se interponga en una consulta popular por parte del presidente de entonces, Rafael Correa, y por más que gane no puede ir contra los derechos y el derecho a ejercer la libertad de ir a los toros.

Mire, que el espectáculo sea completo es un derecho de libertad.

Es como, voy a poner un ejemplo, no sé si suene burdo, como si alguien pusiese en una consulta popular que se instaure la pena de muerte. Eso es imposible. No se podría instaurar porque va contra un derecho fundamental.

Es así como se espera una resolución de la Corte para lo que se refiere al cantón Quito, donde por otra parte también se siguieron haciendo festejos taurinos sin muerte, sin la espada, durante varios años en la Plaza Belmonte.

Pero como la Plaza Belmonte pertenece al municipio, el mismo empresario José Luis Cobo, que ha sido un luchador por mantener viva la llama de la afición, pues se quedó sin hacer el año anterior la feria por esa decisión del alcalde, que es antitaurino. Todo el mundo lo sabe.

Bueno, esto en cuanto a la feria de Quito, añorada, por cierto, pero decíamos que se mantiene la llama de la afición.

Es así como este fin de semana acaba de terminar la final de la cuarta de cuatro novilladas que organiza un programa Fiesta de Toros que lleva adelante el subalterno nacional, el banderillero Milton Calahorrano.

Las novilladas se llevaron adelante en la provincia de Cotopaxi, donde, por supuesto, la fiesta se celebra con los tercios completos y en las plazas de Salcedo y otras.

Y esta final fue en Tanaguchi, donde, por ejemplo, hemos de decirles, que Antonio León cortó dos orejas a un ejemplar de muy buena condición de La Viña, para el cual el ganadero pidió el indulto, pero cortó dos orejas con la espada. “El Bandi” cortó dos orejas y un rabo simbólicos porque fue indultado el muy buen novillo de Ortuño.

Así habían indultado, en fechas anteriores, sendos novillos de Santa Rosa, una prestigiosa divisa que dirige José Luis Brussone y es procedencia de Baltasar Ibán.

Pero bueno ¿qué esperamos como plato fuerte de este año 2020, tan atípico donde hemos sido golpeados en la economía, en el empleo, por la pandemia, y la fiesta de los toros también sufrió estragos en el Ecuador?

Pues, esperamos la feria taurina de Latacunga, con dos corridas y un festival. La primera corrida como único espada. Antonio Ferrera el viernes 4 de diciembre.

Antonio Ferrera es la atracción, torero fresco que renueva tauromaquias antiguas, que es expresionista y que tiene puro sentimiento. Eso será el abre boca si se quiere, o el plato fuerte también, para muchos, de la feria.

Al día siguiente, una corrida de toreros clásicos: Uceda Leal (que ha mantenido en sus manos la ocasión de llevarse trofeos a la mejor faena en Quito hace varios años y en Riobamba, y que es uno de los toreros que más ha triunfado en la Plaza de Las Ventas. Daniel Luque, después de una temporada extraordinaria como hemos visto las televisadas en Consuegra, Dax, Nimes y naturalmente en Jaén; y, por supuesto, la corrida de Miura, de Sanlúcar de Barrameda. Y cierra Joaquín Galdós, con dos indultos en plazas españolas.

De modo que esos tres toreros españoles y un peruano se juntaran el último día, el 6 de diciembre, para el Festival “Virgen Esperanza de Triana”, al que se suman Álvaro Samper y José Andrés Mansilla, que tomó la alternativa el año pasado, y el rejoneador Álvaro Mejía.

Así se cierra esta temporada, que también tuvo un punto interesante en un festival que se llevó a efecto en tentaderos, en una finca cercana aquí en la provincia de Cotopaxi donde cortó tres orejas y un rabo Pablo Aguado,

De modo que eso es un poco la actividad taurina en este año de pandemia aquí en el Ecuador, con un saludo cordial para La Divisa.

Desde Quito, con mucho gusto, les habló Gonzalo Ruiz Álvarez.