Perera consigue su sexta Puerta Grande en Madrid

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Perera en madrid 1



Finito de Córdoba, Diego Urdiales y Miguel Ángel Perera componían la corrida del Día del Patrón este miércoles 15 de mayo en la plaza de toros de Las Ventas. Se lidiaban toros de Fuente Ymbro para el festejo.


“Tremendo” se llamaba el abreplaza, animal que abría la tarde y con el que dejó un destello capotero Juan Serrano, el matador más veterano de cuantos conforman la Feria de San Isidro esta edición. Impecable anduvo el subalterno Rafael Rosa en los primeros tercios. Por abajo fue el inicio de faena de Finito de Córdoba, que dejó dos pinceladas en ese prólogo. Fue un animal muy irregular que no terminó de definir el viaje que llevaba. Fundamentalmente por la mano diestra intentó Finito tirar de él entre las rayas del tercio. Mató de estocada baja. Silencio.


“Indómito”, de 565 kilos, era el segundo de la tarde, negro listón, primero del lote de Diego Urdiales. Por ambos pitones estuvo sereno el matador, intentando sonsacar lo que tenía un toro que cada vez iba a menos en su recorrido y con el que, especialmente con la mano derecha, mostró el riojano su personalidad. Calaron en Madrid algunos muletazos del arnedano entre las rayas del tercio, pero no terminó de tomar vuelo el trasteo. Pitos en el arrastre para el animal después de que finiquitase Diego su labor con la espada. Silencio.


Muy bien hecho y muy para Madrid era el tercero del festejo, primero de lote de Miguel Ángel Perera, al que el extremeño saludó muy templado a la verónica. Buenos pares de banderillas dejó Javier Ambel en una rápida lidia. Miguel Ángel Perera brindó el toro al Rey Juan Carlos: “Siempre es un honor que la Casa Real nos esté apoyando. Va por usted y por España”. La muleta hacia adelante, la mano hundida y el toreo sobre su muleta fue la predisposición de Perera en el inicio de faena al astado. Y entró en Madrid la actitud de un torero que lo dejó venir de lejos a un animal que le repetía en sus trastos. De nuevo la diestra, de nuevo el toreo y de nuevo el calado en una plaza que se puso en pie ante el concepto largo de Perera. Extraordinario el final de faena con el toro haciendo surcos por su humillación. Dos orejas tras el estoconazo, la segunda de ellas protestada.


Tiempos le dio Finito al segundo, un animal que se quedó aplomadísimo ya en el inicio de la faena del torero veterano. Además, el viento molestó muchísimo al matador. No fructificó su labor. Silencio de nuevo.

Bien en colocación, en tiempos y en disposición anduvo Diego Urdiales frente al serio segundo de su lote, animal con el que debió tirar de terrenos cortos y de cruzarse en la muleta para poder ligar los muletazos al de Fuente Ymbro. Mató de pinchazo y estocada y fue silenciado.


También templó de salida Perera la condición de su segundo, un animal con el que brillaron los hombres de plata, teniéndose que desmonterar. Brindó su toro a Antonio Ferrera, que está pasando por un momento delicado en lo personal. “Seguro que estará en este ruedo en lo mucho que le queda por delante”, le dijo a su paisano. Se topó con un toro aplomado que no le permitió el toreo que sí predicó en su toreo. Muy afligido ya en el último momento estaba el animal, que no le ayudó nada a la hora de matar. Lo hizo de pinchazo y media estocada que valió.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la feria de San Isidro. Corrida de toros. No hay billetes.

Toros de Fuente Ymbro. Obediente sin finales ni fondo el insulso primero. De movilidad sin clase ni fondo el anodino segundo

Finito de Córdoba, silencio y silencio.

Diego Urdiales, silencio y silencio.

Miguel Ángel Perera, dos orejas tras aviso y silencio. 

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