Ventura deja una actuación de figura en La Malagueta

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La corrida mixta de la Feria de Málaga llegaba en la tarde de este jueves, 16 de agosto, en la que hacían el p

aseíllo Diego Ventura, Enrique Ponce y El Juli. Se lidiaban toros de María Guiomar Cortés Moura, La Palmosilla y Vellosino.

1º Abrió plaza un astado de Guiomar de hechuras bastotas y sin demasiada fijeza en ‘Guadalquivir’. Toro que buscó el abrigo de tablas en su salida y al que Diego poco a poco desengañó para meterlo en la canasta. Un rejón para dosificar justamente al primero y cambió a ‘Nazarí’ donde la explosión de buen torero fue como un volcán. Diego en banderillas con este caballo estrella se hartó de torear imprimiendo él el ritmo que quería. Todo lo hizo buscando la reunión por derecho, echando el caballo encima y siempre con la pureza por bandera. El tercio de banderillas fue como toda la faena en tono ascendente constantemente, cosió al toro galopando de costado, los parones a raya con el quinto fueron de quitar el hipo y a todo esto se le suma la reunión de los palos arriba. Ventura, montó también a ‘Lio’ yéndose con este jaco de un extremo a otro de la plaza y quebrando en muy poco espacio de terreno. Espectacular esos momentos. Para finalizar con ‘Remate’ se alzó de manos previó a una cumbre carrusel de cortas al violín con posterior adornos como el desplante del teléfono. Rejón en buen sitio e importante oreja para el de La Puebla del Río tras una gran faena donde su astado se dejó sin más pero enfrente estaba el todo poderoso Diego Ventura.


604 kg de toro el segundo de la tarde. Un cinqueño al que Ponce le compuso un suave saludo con el capote sin que el soso espabilara por la falta de entrega y celo. Se dejó pegar sin más, pero el zambombo no invitaba a grandes cosas. Brindó a Estrella Morente y Javier Conde. El valenciano con pasmosa suavidad lo muleteó con prestancia y delicadeza por ambos pitones. Todo fueron caricias, sin tirones ni estridencias puesto que de hacerlo se quedaría más corto el viaje medido de ‘Polillo’ al que Ponce lo llevó donde no quería su oponente. Toro sin transmisión y noble como una burra aunque mansito por esa falta de celo o casta, al que ‘El Picasso del Toreo’ compulso una faena de nivel y muy estética demostrando una vez más, que su capacidad no tiene límites. Emborronaron su delicada labor un par de metesacas muy feos y un bajonazo. Ovación.


El tercero con cien kg menos que el grandón segundo, fue un toro apretando, bajo, cortijano, bien hecho al que recibió sin lucimiento. ‘Azucón’ lo picó sensacionalmente Salvador Núñez con dos puyazos en toda regla. El primero del lote del madrileño embistió a regañadientes sin ir nunca metido de verdad en la muleta de Julián. El de Velilla de San Antonio, le presentó la pañosa de forma sincera y obligatoria para apretarle por abajo y quitarle la manía de soltar la cara ariscamente. No quiso coles el toro.

‘Lambrusco’ recibió en la puerta de chiqueros con la suerte de la garrocha al cuarto. A este, qué hizo cosas similares al abanto primero, le endosó dos rejones y comenzó a encelar a su ‘sosito’ oponente. Con ‘Fino’ toreó con apoyos de costado mirando al muro metido en el tercio -gran vibración- en esos pasajes en banderillas. Otro enorme par a una mano fue cuando se enfrontiló y reculó para atrás con el toro arrancado quebrando de forma inverosímil. ‘Bronce’ hizo la reverencia y batió al pitón contrario pero la explosión vino con ‘Quilla’ citando con levadas impresionantes y batiendo como marcan los cánones del rejoneo. Diego Ventura tiró de raza y alta escuela con ‘Dolar’ en un precioso Passage y histórico par a dos manos sin la riendas de su bravo caballo. Cumbre del sevillano con una Malagueta en pie gritando “Torero Torero”. Con todo a favor por su enorme obra -siempre apretando la tuerca un giro más- sacó a ‘Remate’ poniendo una Rosa previa a citar con adornos de medias vueltas a la mano. Lastima que el rejón entró en su mitad y luego se atascó con el descabello. Faena de alta escuela con sensacional cuadra e igual torero. Enorme ovación.


El quinto ‘Conilito’ con el hierro de La Palmosilla -como el tercero- lo llevó Ponce a media alturas sin estrujarse con él para estructurar de lleno a su astado. Lo sobó de inicio y lo convenció después, puesto que el maestro sacó su artillería a modo de técnica y raza para fírmale una faena cimentada en la portentosa inteligencia del valenciano. No hay toro que se le resista, ni plaza que no se entregue al catedrático del toreo. Casi todo se lo hizo con humildad y filosofía taurina por el pitón derecho a un toro con mejor inicio que final. Por el izquierdo no tenía ni uno embistiendo con la cara por las nubes y quedándose debajo. Tal raza tiene el “joven” maestro que demostró a un mal educado aficionado que el natural era misión imposible. Otra vez la espada no entro en su sitio. Gran ovación.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Malagueta. Quinta de abono. Corrida de toros. Casi lleno.

Toros de María Guiomar Cortés Moura, La Palmosilla y Vellosino.

El rejoneador Diego Ventura, oreja y ovación.

Enrique Ponce, ovación y ovación.

El Juli, división y silencio. 

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