En la puerta de chiqueros ya ha marcado la falta de entrega y la falta de bravura, es una pena. No tenía opciones ninguna, porque cuando un toro no humilla es imposible. Iba a los chismes y pasaba sin más siempre por encima del palillo. El toro de Victorino tiene que humillar y eso es lo que se busca, no como ha sido este, que ha soseado mucho.
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