La conjura de los dioses y los necios (también)

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EL APUNTE de pedro j. cáceres


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La conjura de los dioses y los necios (también)


Agonizaba el jueves con el gran triunfo de El Juli y dos noticias, una mala y una buena. La mala era la baja de Paco Ureña tras el buen sabor de boca que dejó en su tarde anterior. La buena era su sustitución por Alejandro Talavante y lo que le motivaba al extremeño a ello.

El día había transcurrido muy feo en lo climatológico, pero a las 7 de la tarde lucía sol de día grande.

Pañuelo blanco y sorprendente lluvia, de menos a más, y a mucho más, que hizo no echar cuentas a una muy buena faena de Juan Bautista y un buen toro de Cuvillo. Mala suerte la del francés que en el 4º se repite la película de su buena actuación bajo el diluvio universal. No habría invocado a los dioses.

Y los dioses se conjuraron.

Se hizo un claro entre las nubes y el agua para que fluyera en el 2º el toreo de alta escuela de Talavante ante un gran toro, incluso en el 3º para congratularnos de los progresos de López Simón ante otro buen ejemplar, este de Mayalde.

Y ocurrió lo mismo en 5º y 6º, con el ruedo hecho un lodazal pero un sirimiri tolerable que nos permitió volver al tendido y disfrutar, nuevamente, con Talavante y López Simón.

Y se conjuraron los necios

Como en sus mejores tardes el “7” y sus confluencias protestaron el toro de Talavante que fuera largamente ovacionado en el arrastre. Y, en el colmo de la frustraciones que les dejaran El Juli y Roca Rey en tardes anterior reprobaron la 2ª oreja de Tala (pedida casi por unanimidad, incluso gritaron lo de ¡fuera del palco!


Ni que decir tiene que los necios se volvieron a conjurar ante las orejas de un L. Simón que en el 3º se había jugado la vida por dos veces en sendas volteretas espeluznantes.

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