Juan del Álamo, tras lidiar al tercero, señaló al micrófono de Toros que “lo he visto muy malo. Hacía cosas con la vista, siempre me medía y era muy deslucido. Vengo con otra esperanza, pero cuando es imposible no puedes hacer nada. Tengo mucha fe en el segundo y a ver si puede ser. Como es el encaste Núñez que es muy frío al principio, tenía fe que fuese calentándose. Pero cada vez soltaba más la cara y giraba la vista”.
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