¡Qué gran sustitución! Enorme Castella que pincha el triunfo grande en la primera de abono en Bogotá

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¡Qué gran sustitución! Enorme Castella

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AUDIO DE ALBERTO LOPERA


texto.- 
por Carolina Baquero


Se dio inicio a una de las temporadas más luchadas en la geografía taurina. A pesar de las dificultades que han puesto desde la Alcaldía Mayor de Bogotá, sonaron clarines y timbales, con un clima espectacular y casi tres cuartos de entrada.


Se lidiaron seis toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, propiedad de Don Miguel Gutiérrez; de defectuosa presentación y juego muy desigual, con pocas opciones.


Morante de la Puebla, uno de los toreros más esperados en las temporadas taurinas del mundo. Nuevamente cómo es costumbre en muchas de sus presentaciones dejó mal sabor dentro de los aficionados, ya que en este su primer toro; sólo algo de su firma en el capote pero con la muleta un par de muletazos y listo, a matarlo. El toro no tenía fuerza y le faltaba transmisión, pero por lo menos él intento se lo merecía. Un fatal tercio de muerte, media espada e infinidad de intentos de descabello. Bronca tras dos avisos. Pitos al toro en el arrastre.



Nada que hacer con Morante en Colombia, es un torero que poco interés en el ruedo… es cierto que el toro era descastado y manso, pero no era un toro con malas ideas, se había podido intentar; pero es que ni el intento, y eso lo reclamaba la afición. Algunos morantistas lo apoyaron, pero en general hubo división de opiniones tras una estocada defectuosa. Pitos al toro en el arrastre.


Sebastián Castella, cambió el ánimo del público, inmediatamente tomó el capote, los tendidos se emocionaron ante sus ceñidas chicuelinas. La faena fue muy bien armada, se fue por tandas de derechazos en redondo… y qué decir de los cerca que se lo pasó al inicio con pases por la espalda. Manejó muy bien los tiempos para ahorrarle el motor medido del toro, que era encastado y ayudaba a la lidia, su cara siempre fue a media altura. Estocada completa y desprendida. Oreja.



Extraordinaria presentación de Sebastián Castella en su segundo toro, de rodillas lo saludó y con tandas de mucha continuidad embebió al toro y al público. El toro era noble y tuvo recorrido, algo de picante hubiese sido bueno. Los fotógrafos se degustaron tomando incontables fotos a un solo pase, porque toreó muy despacio y templado. El acero le arrebató las dos orejas pero no el cariño del público que lo hizo dar una vuelta al ruedo. Palmas al toro en el arrastre.


La faena de Luis Miguel Castrillon pintaba muy bien en su inicio, estaba siendo ligada y templada, la gente estaba con el paisa; pero el toro se malogró la mano izquierda y eso llevó en declive su actuación, se perdió la emoción en los tendidos y aunque Luis Miguel trataba de llevarlo suave de uno en uno, la afición pedía pasaportarlo. Un tercio complicado con la espada, varios intentos fallidos.



El sexto de la tarde tuvo poca transmisión y era desatento, y a pesar que Luis Miguel estuvo porfiando por los dos pitones; no se pudo entender en plenitud con su ejemplar. Algunas fallas de colocación desmejoraban las tandas y aunque muchas personas estaban a favor de lo que hacía el torero antioqueño, la mayoría se aburrieron durante la faena. Una estocada de excelente colocación. Palmas.



TEXTO: JUAN GUILLERMO PALACIO / FOTOS: DIEGO ALAIS


Morante de la Puebla, Sebastián Castella -en sustitución de Roca Rey- y Luis Miguel Castrillón trenzaban este domingo 2 de febrero el paseíllo en la plaza de toros de la Santamaría de Bogotá, dentro de la primera del abono de la Feria de la Libertad. Se lidiaba un encierro de Ernesto Gutiérrez. 


Número 244 era el “Cardenal” de 558 kilos que abrió la corrida, un animal alto de agujas, con cara para el promedio de la ganadería y cuellicorto, aunque de salida sin fuerza. José Antonio dejó un inicio ilusionante por verónicas rematadas arriba, haciendo genuflexión de rodilla. Quitó el torero sevillano por delantales llenos de garbo. El animal comenzó a levantar la cara, por lo que el matador acortó labor y mató de pinchazo hondo y varios descabellos. Pitos para toro y torero.


El segundo del festejo se llamaba “Filibustero”, de 543 kilos, alto de agujas y cornicorto. Sebastián Castella dibujó una faena larga, ligada y variada. Aseado con el capote, aprovechó la embestida suave del toro. Buena vara de Rafael Torres, recibiendo al toro a distancia, al igual que los dos pares de Álex Benavides al toro, que lo apretó. Siete series dejó Castella en las que alternó diversos muletazos. Destacadas fueron la tercera y cuarta por naturales: templados, que transmitían, rematados atrás. El toro se vino a menos, matando el galo de estocada entera desprendida. Oreja.

En el tercero, Luis Miguel Castrillón se enfrentó al toro número 155, de nombre “Luminoso” y de 488 kilos. Cómodo de presentación, dejó lances a pie juntos el colombiano. Toro pegajoso, que cojeaba de la pata trasera izquierda, tumbó en dos ocasiones al picador Reinario Bulla, saludando en banderillas Jaime Devia. No pudo hacer nada el matador ante un animal lesionado en la faena de muleta, matando de doble pinchazo y estocada casi entera. Silencio.


Cornicorto, con cuajo e incierto de salida era el cuarto, que se recostada por el pitón derecho y que recibió un castigo fuerte de Luis Viloria en varas. Le robó Morante tres buenos naturales, aislados. Algún sector del público le protestó su desidia con el primero y lo incomodó, abreviando de nuevo. Tres cuartos de estocada y pitos para toro y torero.


Cómodo de pitones era el corniapretado quinto, que de inicio embestía con clase, largo y humillado. Descabalgó a Cayetano Romero. Brindó Castella al banderillero Alex Benavides, a quien había reprendido minutos antes durante la lidia. Comenzó su faena de rodillas, aprovechando la buena embestida del animal. Toreo suave, inspirado, improvisando muletazos... naturales lentos a un toro que caminaba al ralentí. Dejó otros por bajo con duende. Quiso matar recibiendo en los medios, pero pinchó tres veces a ley. Entera trasera. Se le fueron las orejas. El público le agradeció su buen momento. Saludos y vuelta.

Anovillado y terciado el sexto, un animal de salida abanto. Quite con farol y gaoneras de Luis Miguel Castrillón, que dejó una primera serie de rodillas. Al inicio, cuando lo tomó en corto y lo presionó con toques, el toro se repitió. A partir de la tercera se le quedó. El toro no transmitía, por lo que mató de pinchazo y entera y fue silenciado. 


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Santamaría de Bogotá. Primera de abono. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada. 

Toros de Ernesto Gutiérrez. 

Morante de la Puebla, pitos y pitos. 

Sebastián Castella -en sustitución de Roca Rey-, oreja y vuelta. 

Luis Miguel Castrillón, silencio y silencio. 


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