Manuel Diosleguarde: " ​Era un día importante para mí y tenía que puntuar porque ahora mismo comienza otra lucha difícil y el único camino es cortando las orejas y dando toques de atención día a día"

" Al torear ese gran número de novilladas no he notado el cambio del novillo al toro;  he tenido la suerte de matar novilladas muy serias, y eso me ha hecho cuajarme a la hora de dar el salto"

" Tengo fe en esar en Salamanca, hay que esperar y espero que la empresa cuente conmigo porque me haría mucha ilusión verme anunciado en mi tierra"

"Era un día importante para mí y tenía que puntuar porque ahora mismo comienza otra lucha difícil y el único camino es cortando las orejas y dando toques de atención día a día"

Entrevista por Alejandro Martín Carabias

El sábado pasado en Santander se hizo matador de toros el novillero salmantino, Manuel Diosleguarde,  tras una intensa y sobre todo larga carrera como novillero, le cedió los trastos el maestro Alejandro Talavante.

Es un placer estar con vosotros.

 El placer es nuestro.

¿Cómo estás? Y enhorabuena por la tarde del sábado.

Muy feliz y contento de que las cosas salieran bien y todo el trabajo dio su recompensa. Ahora estoy asimilándolo y dejarlo un poco atrás, porque eso ya pasó y hay que pensar en las siguientes fechas.

¿Da vértigo lo que viene por delante?

Sí, bueno. Ahora comienza una nueva etapa, un nuevo camino, y mucho más difícil, pero me ilusiona mucho y quiero competir con las grandes figuras y para eso hay que dar motivos.

Tengo apuntado 64 novilladas toreadas, ¿qué balance haces de la etapa como novillero?

Una etapa larga y nada fácil, pero a la vez muy bonita. Es una etapa en la que he ido creciendo y madurando, además, he tenido que ir ganando los contratos día a día, porque una vez que se debuta con picadores el número de novilladas no es muy amplio. Y cada tarde hay que ir ganándose los contratos. He ido de menos a más y me ha permitido dar el salto con una alternativa de lujo.

¿Se imaginaba torear casi más de 60 novilladas desde su debut?

En los tiempos que corremos es número muy difícil y muy pocos creo que consiguen torear. En ese aspecto, me siento un privilegiado y creo que es muy importante torear tantas novilladas porque son las que te ruedan para, el día de mañana, competir con las grandes figuras.

En los últimos tiempos, veíamos a un Diosleguarde sobrado delante de los novillos, por decirlo de alguna forma. Aunque no creo que se esté sobrado delante de un novillo.

Esta temporada lo he sentido. Sobrado nunca estás y no hay enemigo pequeño. Pero, me veía muy fácil. Y eso pues corría en contra mía. Creo que en los tendidos no llegaba igual, porque la gente de arriba veía esa facilidad y no decía mucho. Era el momento de dar el salto al escalafón superior y ponerme delante del toro.

¿Has notado el paso del novillo al toro?

Como te digo, al torear ese gran número de novilladas no lo he notado mucho. He tenido la suerte de matar novilladas muy serias, porque ahora mismo las novilladas salen muy serias y en los pueblos de Madrid salen novilladas muy grandes y eso me ha hecho cuajarme. A la hora de dar el salto, en Santander, no noté ningún cambio.

He visto en La Gaceta de Salamanca que eres el matador número 73 de la historia de Salamanca.

Casi nada. El 73, matador de toros, se dice pronto. Me hace mucha ilusión entrar dentro de la historia del toreo de Salamanca y haberme hecho matador de toros. Y ahora lo que quiero es ocupar ese hueco que se necesita en Salamanca, ojalá la gente hable de mí, me siga y me tenga como ha tenido años atrás a las figuras del toreo de Salamanca.

Un detalle importante, de blanco y oro, para no perder la costumbre.

La ocasión lo merecía. Y así lo pensaba: voy de blanco. Creo que eso es lo apropiado y es un terno, personalmente, que me encanta. Es el terno que he querido y lo he reservado hasta el día de la alternativa.

¿Va a la vitrina Manuel o te lo vas a poner más?

Pues de momento me encantaría ponérmelo, si toreo en mi tierra y también me gustaría ponérmelo si confirmo en Madrid.

¿ Cómo viviste la tarde del sábado?

Aunque todo el mundo te dice que es un día para disfrutarlo y que es el día de un torero… Quieras o no, verte al lado de las figuras del toreo, da mucha responsabilidad. A medida que fue saliendo el toro, me fui soltando y notándome más a gusto y disfruté delante de la cara de los toros. Y eso hizo que la gente disfrutara también.

Me imagino que impresiona ver al maestro Talavante y a Pablo Aguado.

Sí, desde que quiero ser torero, Alejandro Talavante es mi ídolo, mi máximo referente, el torero que más me he fijado y más he visto. Y sí, llegar al patio de cuadrillas y encontrármelo ahí da mucho respeto. Impresiona.

¿Satisfecho con la alternativa?

Sí. Un paso más. Era un día importante para mí y tenía que puntuar porque ahora mismo comienza otra lucha, otra etapa y es muy difícil abrirse camino en ella. Y el único camino es cortando las orejas y dando toques de atención día a día. 

Estabas en tu pueblo días previos al sábado y sorprendió el fuego. Tuviste que mover unos animales de la finca.

Sí, me fui a Diosleguarde para estar más tranquilo y me encontré con que todo se estaba quemando y tuve que recoger mis animales. Además, estuve ayudando a apagar el fuego y fue un momento muy angustioso ver cómo todo el mundo iba a sacar los animales para ponerlos a beber e intentar apagar el fuego. Fueron momentos desagradables.

¿Estarás en Salamanca?

Pues ese sería mi mayor deseo. Todavía no sabemos nada. Pero, yo tengo fe, hay que esperar y espero que la empresa cuente conmigo porque me haría mucha ilusión verme anunciado en mi tierra. Porque es mi casa, donde todos los aficionados me siguen, apoyan y me han visto crecer.