Tomás Rufo, madera de figurón
El toledano hace lo más granado ante un deslucido encierro del Puerto de San Lorenzo
LA CRÓNICA DE ALEJANDRO M.CARABIAS
Alejandro Marcos, la nueva esperanza de Salamanca, confirmó con un toro de El Puerto bajo, con cuello y engatillao. Salió frío el de Lorenzo Fraile, sin echar a nadie cuentas. Marcando una clara querencia hacia tablas. Una vez que pasó por el caballo, se centró algo más el toro. Hizo un buen quite por chicuelinas, muy despaciosas. Como despaciosa sería la faena muleteril, todo a favor del toro. AM le buscó las vueltas, todo a favor de obra para que el toro cogiera ritmo. Todo muy templado y reposado. Aún así, el toro, con buen estilo, pero flojo de remos, no cogió vuelo la faena. Se atragantó con la espada y el verduguillo. Su segundo acusó la invalidez de los cuartos traseros, no despegó la faena de Marcos. Se atragantó con los aceros de nuevo.
Manzanares tuvo que tragar bastante con el segundo. Perfecto de hechuras, con buen cuello. Manzanares no estuvo a gusto con él, no lo vio claro. El toro se vencía y pegaba un tornillazo al final del muletazo. JMM lo probó por ambos pitones, quizá faltó tirar la moneda. También, costoso era el toro. Lo mejor, el espadazo.
En su segundo, estuvo impecable en alturas y distancias con el cuarto, de buen son, pero en el límite. Manzanares lo pulseó muy bien, sin quebrantar al toro, porque a la mínima el toro perdía las manos. Hubo un par de series con la derecha muy buenas, acompasando la embestida. Los dos cambios de mano subían el tono de las series. Dos pinchazos tras estocada.
Tomás Rufo hizo presencia en la tarde por gaoneras en el toro de Manzanares, saliendo prendido al rematar. Se vivieron momentos angustiosos. En su toro, con el hierro de La Ventana del Puerto, poco podía rascar. Muy flojo el toro, perdiendo las manos. Bajonazo.
Tomás Rufo salió a darlo todo con el sexto, el mejor del encierro. El del Puerta derribó en su primer embiste al caballo, con los garapullos sobresalió Fernando Sánchez. Tuvo que saludar. Cuajó de principio a fin el toro. Primero, le abrió los caminos, con la rodilla genuflexa. Las cuatro series venideras fueron de una cadencia asombrosa, rematándolo hasta atrás de la cadera. Cumbre. El graderío se partía las palmas. También, el toro se prestó con humillación y con el suficiente recorrido. Bajó la faena a izquierdas, pero es de resaltar algún natural bueno, muy largo. Cambió de mano, y volvió a tomar pulso y cuerpo la faena, el de pecho culminaba la serie ligada. Se tiró como un jabato, dejando una estocada hasta las cintas. Cayó la oreja. Faena de figurón.
Plaza de Toros de Las Ventas. Lleno de no hay localidades. Bien presentados, 1; flojo 2; complicado 3; inválido 4; con ritmo, pero flojito 5; inválido 6; el mejor, con recorrido
José María Manzanares, saludos y saludos tras aviso
Alejandro Marcos, silencio tras dos avisos y silencio
Tomás Rufo, silencio y oreja
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ALFREDO ARÉVALO
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