Niño de la Capea: Recuerdo ese dia con un cariño especial y una satisfacción muy grande porque fue el primer día que empecé a quitarme el hambre. Y eso no se olvida nunca"

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"Niño de la Capea" " Soy un privilegiado en el toreo; mi tauromaquia es muy rica en matices al torear con 3 generaciones"


Recuerdo ese dia con un cariño especial y una satisfacción muy grande porque fue el primer día que empecé a quitarme el hambre. Y eso no se olvida nunca

" Mi única misión en ese momento, tras tomar la alternativa, era cortar orejas todos los días"

" Yo tenía algo que habían perdido Camino y Ordóñez: el ímpetu juvenil, la ganas de triunfar"

" Fue una época muy dura en mis inicios, la prensa me criticaba mis defectos; yo tenía que triunfar sí o sí "

" Voy a celebrar ese 50 aniversario toreando con mi familia,con Miguel Ángel y Perico y toros de la casa ¿Se puede pedir más?

"Será el 19 de julio en algún lugar de la provincia de Salamanca y será el único festejo conmemorativo"



LA ENTREVISTA COMPLETA


¿Cómo recuerdas aquella tarde?


Bueno, con un cariño muy especial. Con una satisfacción muy grande también, porque fue el primer día que empecé a quitarme el hambre y eso no se olvida nunca.


¿Qué te dijo el maestro Camino, cuando te dio la alternativa?


Más o menos, no me acuerdo de las palabras exactas, me dijo que empezaba lo que era la ilusión de mi vida, que tenía condiciones, que apretara todos los días y le echara mucha ilusión y que tuviera muchísima suerte. Más o menos es lo que me dijo.


Desde el primer día ya triunfaste.


Pude salir a hombros, cortando dos orejas. Después, a los ocho días estuve en Alicante y también corté tres orejas y aquello me abrió las puertas de par en par. Pero yo tenía una cosa muy clarita, a como diera lugar, mi única misión, en ese momento, era cortar orejas todos los días. Toreara con quien toreara.


Una carrera plagada de éxitos, pero lo más importante es que alternaste, al menos, con tres generaciones de toreros.


Soy un privilegiado en el toreo, porque no todos los toreros han tenido la oportunidad de torear con una generación como Ordóñez, El Cordobés, Camino, El Viti, Puerta. Después, engancharte a la generación de Paquirri, Palomo, Teruel…Además, engancharse a la tuya con Manzanares, Robles, Roberto Domínguez, Galloso… Y con la generación de Espartaco, Ojeda, Joselito, incluso con Ponce… En fin, creo que he tenido una fortuna de torear con tantos y tan buenos toreros y tan diferentes que la tauromaquia de mis recuerdos es muy rica en matices.


Tuviste una cabeza privilegiada, pero aprendiste algo de todos.


Yo lo tenía clarísimo. Cuando arranqué mi primera temporada, sobre todo la segunda, la tercera, yo no sabía cómo iba a ser capaz de torear mejor que Ordoñez o Camino…Estaba yo loco… Pero, en cambio, tenía algo que ellos ya habían perdido: el ímpetu juvenil, las ansias de triunfo, envolver los toros a cualquier precio, aquello tenía que moverse a mi alrededor para que yo pudiera emocionar a la gente. Y aquello es lo que hice. Tuve mis primeros años de morder e ir a por todas y después ya habría tiempo de empezar a torear más despacio, a disfrutar, como así ocurrió en mi carrera. Lo que pasa, es que fue una época muy dura, porque hubo mucha prensa que atacaba mucho mis defectos. No era un defecto, era simplemente que traía tanta hambre atrasada que no podía dejar pasar el tren. Y como no tenía la capacidad ni la solvencia artística concentrada en mí, no me podía dormir.


Era una prensa feroz, nada que ver con la de ahora.


Era muy agresiva, yo creo que era una presa contaminada un poquito de las ansias que tenía España de democracia, era el final del franquismo. Lo único que se podía atacar en el sistema eran los toros. Los toros los atacaron creyendo que era una cosa del régimen, era totalmente falso y, entonces, había una prensa muy agresiva. Atacaba a los toros por atacarlos, pero en el fondo lo que estaban queriendo atacar era el régimen. Pero, bueno, todos aguantamos el tirón y al final se demostró que los toros son y serán siempre del pueblo.


Sabes perfectamente lo que es torear con Manolo Vázquez, Antoñete, Curro Romero…


Son toreros que enseñan muchísimo, sobre todo, no hacen nada que no se tenga que hacer. Están colocados perfectos en el ruedo, saben si un toro tiene diez pases por un pitón. No andan probando a ver si los tiene; los tiene o no los tiene. Entonces, todo ese tipo de matices, que no se pierde el tiempo en adivinar o en averiguarlo, se intuyen por la experiencia, se intuye si aquello es así. Eso se plasma en la solvencia y en la serenidad con la que se andaba por el ruedo y aquello era muy aleccionador para todos los jóvenes, para todos.


Este año se verá al maestro Capea, lo podrán ver todos los jóvenes.


Lo que está clarísimo, si toreo esa corrida, que me hace una ilusión tremenda, no daré carreras, no estoy para carreras. No puedo dar carreras, porque no tengo edad ni facultades, pero colocarme con el toro, hacer el trazo en mi forma de torear con mi estilo y averiguar qué tiene el toro dentro e intentar sacárselo, sí que lo que tengo que hacer, y disfrutarlo dentro del miedo que ahí está, pero ahora importa menos que cuando uno tiene veinte años y toda una vida por delante. Ahora bien, el riesgo me importa relativamente poco. Puede ser una tarde especial.


Va a ser solo una tarde.


Una sola. Y además lo hago porque Dios me da la fortuna de poder torear con mi familia. Eso es rarísimo, que tengas un yerno figurón del toreo y un hijo con una proyección tremenda…torear con ellos dos en el siglo XXI, cuando hace treinta años que no te pones un traje de luces, yo creo que es muy ilusionante.


Con ganado de la casa, supongo.


De alguna manera, el que yo pueda torear una corrida de toros mía a los cincuenta años matador de toros, es una lección. Mira, el toro agradece el esfuerzo, premia el esfuerzo, premia la sinceridad con que yo he estado en el ruedo toda mi vida y, entonces, lo puedes disfrutar un día y compartirlo con la gente. Yo creo que es una lección para los jóvenes; si hago el esfuerzo, tendré recompensa. Yo creo que es una lección que hay que sacar de este tipo de corridas.


¿Fecha y sitio?


Va a ser en España, porque aquí es donde tomé la alternativa. Va a ser el 19 de junio. El sitio no está muy claro, casi seguro que va a ser en Salamanca, la provincia de Salamanca. Pero, todavía me falta un mes para probarme, tengo que torear algunos toros y verme bien. Haremos un homenaje a toda mi trayectoria.


Pedro, procura que sea una plaza con suficiente aforo para acoger a todos los amigos aficionados y admiradores que tienes, que podrían llenar dos o tres Plazas de Las Ventas.


Hombre…yo tengo muchos amigos y muchos amigos por la edad ya no están conmigo, que estoy seguro de que van a estar desde arriba apoyándome y estoy seguro de que, al tomar esta decisión, ellos son los que dan esa fuerza interior que uno percibe y no sabe de dónde le viene. Seguro que viene de ellos.


Preparación intensa en la finca, entonces.


Ahora empezaré, apenas toreé unas pocas vacas, porque hace mucho frío, a los viejitos el frío nos sienta muy mal. Yo no me puedo permitir el lujo de tener un accidente en la preparación, tengo que ir despacio, tengo tiempo de sobra. Pero, evidentemente, ya ha empezado la preparación y he empezado a adelgazar, que es muy importante, desde hace un mes.


Te has hinchado a torear en México este invierno.



En México he toreado bastante. He tenido la gentileza que los ganaderos me han echado novillos como toros. He disfrutado muchísimo, he tenido, porque han embestido, como en mi época, cuando estaba joven y sentía esa embestida tan distinta, diferente, pausada y tan armónica del toro mexicano. Y la he disfrutado mucho y eso también me ha motivado mucho.


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