Rafaelillo: “Casi pierdo la vida, y eso te marca como torero, pero en Arles empiezo una nueva etapa”

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Rafaelillo: “Casi pierdo la vida, y eso te marca como torero, pero en Arles empiezo una nueva etapa”


Reaparecerá con la corrida de Miura en la próxima Feria de Pascua de la ciudad gala. 


“Rafaelillo” vuelve en Arlés (Francia). Tras volver a nacer en Pamplona el pasado año, después de agarrarse a la vida tras una escalofriante cogida de un toro de Miura que le destrozó la caja torácica, el torero de Murcia regresa a los ruedos. Y vuelve como antes, como si nada hubiera pasado. A su sitio, frente a los Miuras. Los toros sevillanos que tantas tardes de gloria le han dado frente a su catedrático, una vez más. Pero esta vez, el sabio del barrio del Carmen llega con las cicatrices cerradas, que lo han hecho más fuerte y más sabio en este tiempo.


Junto a la vuelta de “Rafaelillo”, el empresario Juan Bautista, ha presentado una temporada de lujo, con otra vuelta, la del extremeño Alejandro Talavante, el sábado de Gloria, 11 de abril. Dos vueltas que harán del coliseo de Arlés el lugar de peregrinación de muchos aficionados.


“Reaparecer con la ganadería de Miura no fue una decisión fácil de tomar y estuve dos semanas pensando qué hacer. Pasé mis miedos hasta tomar la decisión, pero es una prueba más a mí mismo y es la mejor forma de superar todo”, explica el murciano.


“Es una tarde con muchas connotaciones. Primero, porque a la afición francesa les debo mucho. Ellos contaron conmigo cuando en España encontraba todas las puertas cerradas para entrar en las grandes ferias. Luego, es un cartel de máxima competencia con la alternativa de Maxime Solera, que es algo muy bonito, y Sergio Serrano, que se encuentra en buen momento y quiere abrirse paso en las ferias. Cada uno tienen sus toros, pero en una tarde, el pulso de la veteranía la lleva el director de lidia y eso también pesa”, afirma Rafaelillo.


“Siempre uno desea triunfar, pero hay que ser consciente de lo difícil que es triunfar en una plaza como Arles y más con esta ganadería. Sin embargo, lo que me preocupa ese día por encima de todo es disfrutar dentro de la exigencia, ser uno mismo y volverme a encontrar. Luego, está Miura y tendremos que hacer lo que se pueda”, añade el murciano.


“El traje de luces es algo sagrado para los toreros, cuando lo veo en la silla me pongo serio y mi mentalidad cambia por completo’, asegura Rafael con cierto aire de ritual, de respeto. ‘Con el traje de luces es cuando nosotros nos entregamos, nos transformamos y es muy transparente: se transmite enseguida si estas bien o no”, describe el matador veterano.

“El valor sentimental que tiene para un torero es algo incalculable, por las tardes que nos hemos entregado a él, los sentimientos que hemos vivido, lo que hemos expresado… No tengo palabras para definirlo. Al final, con los años uno le da el valor que se merece porque nos jugamos la vida con él”, añade Rubio.


“Nadie nunca me lo ha puesto fácil en mi carrera, aunque no voy a venir ahora a quejarme. Principalmente, porque no soy el encargado de hacer eso. Lo que sí que puedo decir es, por ejemplo, que triunfar con fuerza en plazas me ha valido para no volver a estar anunciado en ellas. También, existen plazas en la que he triunfado y han seguido contando conmigo”, concluye el torero.

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