​No hay 5º malo ni tontos que lo resistan

|

PJC10 2 1

EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA DEL 30 DE SEPTIEMBRE 2019)

PEDRO J. CÁCERES


No hay 5º malo ni tontos que lo resistan



La frase es antigua, de cuando los toros no se sorteaban y era el ganadero el que designaba el lugar de lidia de sus toros, por ello tenía para el 5º turno reservado aquel ejemplar que mejor nota tuviera o le inspirara más confianza de bravura y  embestida.


Ayer, en Las Ventas, por designios del destino, el 5º de la tarde fue un ejemplar de Núñez del Cuvillo bravo y repetidor para disfrute del público, gozo y gloria, a mayores, de su lidiador y ¿matador? Miguel Ángel Perera… y (toro y torero) propiciaron el disgusto de los “CDR venteños”: tanto el sector oficial del 7 , como esos “becarios” que desde hace unos pocos años, no muchos, pueblan los altos del 6 y el 5.


Todo ello se enmarca en el festejo estrella programado por Plaza 1 para esta primera parte de la Feria de Otoño.

Empresa que con su mejor voluntad aunaba en un mano a mano a dos de los grandes triunfadores del pasado San Isidro.

Y digo, y escribo, con su mejor voluntad, porque aún por sabido no deja de ser sorprendente el ambiente previo, y desde el mismo paseíllo (más roto éste), en contra de Miguel A. Perera.


Quizá porque ha abierto la PG en 7 ocasiones, que pagó con sangre -y una larga convalecencia- su exitosa tarde de encerrona (2007), entregado sin reservas a “Madrid”.

Claro que en esa fecha y las anteriores, dónde empezó a salir en hombros desde novillero, ésta muy activa “sección juvenil” de la “yihad venteña” no había nacido, y por razones obvias los “imanes” andan cerca , como poco, de patología senil, cuando no a mayores.

No oso creer que tal actitud es una factura pendiente de su última PG, en el San Isidro pasado y menos que el fanatismo “ureñista” repartiera consignas contra su compañero de la tarde.


Flaco favor le hacen a Ureña, sin duda uno de los grandes toreros de la temporada, si el totalitarismo solanero no le considera “figura” y lo quieran acoger en su regazo, como en tiempos con su cartel ideal, con todo mi respeto: El Inclusero, Calatraveño y Raúl Sánchez.

Ayer, Ureña demostró lo grande que es en la faena al 2º de la tarde y el jugarse la vida con el complicadísimo y manso sobrero además de estar muy por encima, y muy torero con el 2º de su lote. Grande Ureña.


Y grandioso Perera. Contra viento y marea (absurda).


Protestando todos los toros de su lote, sodomizando (dando por c…) en su muy seria faena al toro de Juan Pedro que abrió plaza y cayendo en la grosería habitual en la muy entregada labor ante el insulso, pero peligroso, por julay, animal de Victoriano del Río.


La protesta de “Portugués” (el toro 5º, del hierro de Cuvillo) fue constante: vocinglera, verborreica, pluteica y diarreica, hasta que el animalito se cabreó y empezó a embestir y repetir, de largo; profundo, serio y pidiendo torero. Lo encontró en Perera.

El extremeño le dio sitio, lo lució, lo paró, lo embarcó y le ligó. Lo toreó. Por ambas manos y por abajo.

Y más, y más. Toro y torero. Para más información crónicas del ramo.


Iba para 8ª PG en Madrid. Y la espada se melló.

Pero la faena de Perera queda en los anales de las grandes tardes en el coso de la calle de Alcalá.

Y, aunque no se produjo esa ganada a ley salida en hombros, ni tampoco el toro de Cuvillo tuvo honores de vuelta al ruedo, los telediarios de la noche abrieron con la “huelga de cena” de la “intifada”.

Lo que no explicaron los noticieros, es si el ayuno fue voluntario o les castigaron en casa, harta la familia de tener un sinsorgo en casa. Que ya lo sabían, pero no que ejercieran en público.


Fue el mal menor, porque de no ser por la espada roma de Perera, esos telediarios y noticieros estarían ahora cubriendo la noticia en el lugar de los hechos : el viaducto.


Los hay de baba, del culo …y de Las Ventas.



Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.