Perros políticos con distintos collares

EDITORIAL/ PROGRAMA "LA DIVISA" DEL 18 DE DICIEMBRE 2017

PEDRO J. CÁCERES

Perros políticos con distintos collares

¡Oído al parche! No está mal para concluir el año.

Los políticos - no la política- los políticos, esta grey de ahora, se muestran activos contra la tauromaquia; o sea, contra el pueblo. Y en todos los lados cuecen habas. Unos previsibles, otros tontos del culo y otros sibilinamente acojonados por los sondeos electorales, y eso que faltan para las generales mucho tiempo, pero las inminentes catalanas les ha puesto muy nerviosos.

De “ POsEMOS” e “Izquierda Hundida” no caben sorpresas: ambos se han quedado solos en la votación del pleno municipal de Córdoba para homenajear a Manolete como Hijo Predilecto de la Ciudad. Tarde, muy tarde, pero nunca lo es si la dicha es inmensa…y la justicia. Aquí fue el teniente alcalde socialista el que defendió con ardor la idoneidad del nombramiento.

Mientras, este PS (Partido Socialista, que cada vez le sobra más la O de obrero y la E de español) y que más que una formación política legendaria y referencia, histórica, ahora parece el ejército de Pancho Villa, en su negociado de Gijón se sumó con los podemitas e IU a la propuesta de “consulta antitaurina” que felizmente fue derrotada por negativa de Foro, Ciudadanos y PP.

Pero ¡hete aquí! que los populares no tiene más arma que la Tauromaquia para darse un baño de unanimidad en el Congreso de los Diputados, compañía ficticia a la que se suma Ciudadanos, ha impulsado una ley de modificación del Código Civil para dotar a los animales de sensibilidad sin pararse a pensar las consecuencias de futuro inmediato que puedan ir derivándose de tal ley. Al tiempo.

Lo dicho. Políticos, los mismos perros con distintos collares, o canes distintos con idéntico collar, tómenlo como quieran porque tratándose de nuestros políticos de hoy, la peor generación en la historia de nuestra España, el orden de los factores no altera el producto, por mucho que algunos acuñen que 2y 2 son 4 y otros 22.

Los hay de baba a pecho descubierto y los del babero para no mancharse el “lacoste” o el “ralphlaurent”