Luis David devuelve a la vida a “Maestro” y se corona como valor joven en el Nuevo Progreso

TEXTO, 

juan carlos román.

http://www.hidrocalidodigital.com/deportes/articulo.php?idnota=132493

El español Ginés con cuello, bien presentado, quite por zapoinas saludó a pies juntos. pero después de la segunda tanda se vino abajo, le faltó fondo. Le buscó las vueltas, estrechito de sienes, pero toro fuerte, el quinto no fue toro fácil. Desde el embroque para delante nunca quiso y pasó, de ahí, a terminar reponiendo siempre sobre las manos. Le robó Ginés, pese a todo, algún muletazo y lo intentó por ambos pitones. Sin embargo, poco había que extraer, porque por delante no le dejaba tampoco, se le venía encima. Porfió el extremeño, pero sin opciones. Silencio.

No tuvo tampoco suerte Hermoso de Mendoza con el cuarto. Otro toro de Marrón que cantó enseguida su falta de codicia. Muy rajado y atrincherado en tablas, no permitió nada. Lo intentó el estellés que echó sus monturas muy encima del astado y pisó terrenos muy comprometidos. Pero no pudo hacer nada. Silencio.

El tercero fue un cárdeno bragado muy bien presentado, muy mexicano, enseñando las palas, de pitón negro y mazorca blanca. Desde el mismo saludo a la verónica, en el que se gustó mucho Luis David Adame ya se comprobó que el toro era un excelente animal, muy enclasado. Se definió enseguida. Cumplió en caballo y Luis David se gustó en un ajustado quite capote a la espalda.

Por alto a pies juntos, comenzó el trasteo. Muy torero. Para luego, llevarlo toreado por abajo, extraordinario por ambos manos en las tandas siguientes. Rompió la faena en un muletazo por bajo en el que el mexicano lo atacó y el toro embistió empujando al ralentí. Hubo dos tandas tremendas por la izquierda y la plaza pidió el indulto, pero el presidente pidió que lo matara. Siguió toreando, dos tandas más al natural y la plaza fue un clamor hasta que el presidente concedió el indulto de este ‘Maestro‘, de Villa Carmela.

Ginés Marín recibió al segundo, que derribó después en el primer puyazo, con lances a pies juntos jaleados. Ceñido el quite por gaoneras con un toro manso de Villa Carmela, que tendió a irse echando la cara arriba en el embroque. Difícil en banderillas, al toro le faltó poder y bravura. Comenzó por estatuarios y las tres primeras tandas alternando pitones las tomó el toro queriéndose ir, pese a ello, hubo muletazos excelentes. Sólido. Seguro, con tan poco toro. Se mantuvo la faena a la espera de que ocurriera algo que nunca podía llegar porque el burel fue a peor. Ginés, sin embargo, se puso en el terreno del toro y le pegó una tanda ligada que el toro tomó, aunque dolido, se rajó del todo ya. Circular de espaldas en chiqueros, ya muy rajado. Estocada y vuelta al ruedo tras petición.

Rompió plaza un toro rajado para Hermoso de Mendoza, que tendió a ponerse por delante y además le faltó celo. A veces va caminando y otras tranquea. Muy complicado y difícil de ver por esa complicación. Además, esperó en los embroques escarbando y tapaba la salida. Hermoso estuvo mucho mejor de lo que se vio arriba, porque esas complicaciones no se vieron. El navarro se lo dejó llegar mucho y trató de darle celo. También destacó su disposición a evitar que se rajara, motivo por el que lo puso en los medios durante toda su lidia. 

FICHA: GUADALARARA, Jalisco. Cuarta corrida de la Temporada Taurina y a la memoria del maestro Miguel Espinosa “Armillita Chico”. Coso Monumental “Nuevo Progreso”. Entrada: Casi tres cuartos en tarde agradable de clima. Dos toros para rejones de Marrón, que dejaron mucho que desear. Y cuatro de Villa Carmela para la lidia ordinaria, que cumplieron bien, destacando el segundo que fue indultado, de nombre “Maestro”, número 93 y con 530 kilos.

El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza: Silencio y división de opiniones.

Ginés Marín: Vuelta al ruedo y silencio.

Luis David Adame: Indulto con vuelta al ruedo acompañado de los ganaderos y palmas, saliendo en hombros.

Foto: Emilio Méndez