Victorino Martín: "Lo ético y lo moral para ese toro, que a mí no me valía, era que muriese en el ruedo"

EL AUDIO DE LA ENTREVISTA

Hace unos días vimos en los telediarios la entrega del Premio Nacional de Tauromaquia al ganadero Victorino Martín. A pesar de que había más de veinte premiados en todas las especialidades, sobresalía el nombre de Victorino. Pero la vida sigue y esos premios hay que revalidarlos. Después de una temporada extraordinaria, el colofón se pone en Logroño. Además, con un cartel atípico, lució la corrida, especialmente Bautista, y un encierro prácticamente completo en el que incluso hubo un toro de vuelta al ruedo. Victorino Martín, buenas noches.

Buenas noches.

Fue entrañable lo de Cuenca.

Sí, porque mi padre está mayor, solo aparece en público en actos muy importantes, se cansa mucho y fue todo muy bonito. Se dio cuenta de todo y el rey estuvo muy cariñoso. El recibimiento de la ciudad de Cuenca a Victorino fue maravilloso. Estaban premiados todos los premios de Cultura, con Concha Velasco, Pablo Motos… y en realidad los protagonistas de la entrega fueron mi padre y Concha Velasco. El propio rey saludó efusivamente a Victorino, porque ya lo conoce. Fue muy bonito y satisfactorio. Para la familia fue un gran día.

No sé si la última fue Logroño, pero fue extraordinaria.

Hemos lidiado otra en Yecla, y nos quedan dos, una en Mont de Marsan y otra en Illescas que va a ser el cierre de temporada como formato de corrida total el 7 de octubre. Torean Moral, Emilio de Justo y Martín Escudero. Vamos a ver si rematamos bien el encierro.

Excelente corrida en La Ribera, con una terna atípica, un hándicap para el ganadero, en la cual se produce la explosión de Bautista pero en el capítulo ganadero, fue una anécdota. Entre tanto indulto, te negaste a indultar un toro para el que se lo pidió.

Pues sí, fue el segundo toro, de nombre Verdadero. Bautista estuvo muy bien con él. Hubo una petición grande de indulto y desde el burladero le dije que matara. No me valía para las vacas. Un ganadero tiene muchos más datos de los que tiene el público y yo estimé que no era oportuno indultarlo. Yo estimé que no era un toro para vacas. Si los comparamos con los indultos que ha habido esta temporada, este incluso estaba muy por encima de alguno de los indultados, pero yo creo que hay que ser serio, hay que ser consecuente y no indultar por indultar, porque a ese mismo toro luego lo vas a matar como en un matadero. No. El toro que no está destinado a la reproducción, lo ético es que muera en el ruedo.

Hasta donde se pueda contar, ¿qué defectos tenía el toro? ¿Qué datos te hicieron pensar que no te servía para las vacas?

Recargó mucho en el caballo. En hechuras no me acababan de gustar, le faltaba lo que yo busco. En general no es un toro que yo hubiera echado a las vacas. Preferimos echar un toro regular a las vacas de familia encastada, que un toro muy bueno de una familia regular. En este caso se daban esas circunstancias.

Te hubiera gustado indultar el sexto.

Pues sí. Fue un gran toro al que Román le dio extraordinarios muletazos pero lo pinchó. Ese toro hubiera sido otra cosa.

¿Es un hándicap lo de las ternas atípicas?

A veces hay que probar, porque si no seguiríamos siempre con los mismos matadores y eso quema mucho. Hay que buscar nuevas caras, hay que tener banquillo. Qué duda cabe que Curro Díaz estuvo sensacional el año pasado, y le han dado todos los premios de la feria de Almería. Bautista era la primera que mataba en España. Román era la segunda que mataba y el año pasado estuvo sensacional en Almería. Es un toro diferente, en el que su embestida se parece poco a los toros que se están lidiando hoy. Hasta que entiendes su comportamiento, tienes que haber lidiado muchas corridas. La actitud de los toreros y su compromiso no pueden tener ningún pero.

Y la corrida total de Illescas, además de Mont de Marsan.

Sábado 7 de octubre en Illescas. Es una forma de intentar recuperar los tres tercios, lo que debe de ser siempre. Los tres tercios de la corrida tienen suma importancia. Hay distintos protagonistas, todo tiene su porqué, y hay que revalorizarlo. Los tercios prácticamente en la corrida de hoy en día no existen y hay que revalorizarlo. El último tercio queremos inflarlo de forma artificial muchas veces. El toro que sea brillante y bravo, hay que lucirlo porque eso emociona y la gente que lo ha visto en la plaza no se le ha olvidado nunca. Es un espectáculo único.