Se batían en duelo Enrique Ponce y Sebastián Castella en un mano a mano esta tarde en la plaza de toros francesa de Nimes dentro de su Feria de la Vendimia. El diestro valenciano lidiaba toros de Vellosino, Parladé y Núñez del Cuvillo; el galo, astados con los hierros de Jandilla, Victoriano del Río y El Pilar.

El primero de la tarde fue un toro de Vellosino suave y noblón de salida en el capote de Enrique Ponce. Con mucha torería dejó ese recibo. Apenas cumplió el animal en el caballo, para que dejase el valenciano una faena de sapiencia y maestría por parte del diestro de Chiva. Una oreja paseó tras un trasteo en el que fue sobando y mimando al animal para dejar momentos templados, aguantando muchísimo hasta el arrimón final. Emocionó al tendido con su toreo. Metió la espada en el segundo intento.

El segundo de la tarde, de Victoriano del Río, fue un toro deslucido, complicado, mansurrón de salida. Muleta en mano, trató de someterlo, pero el astado fue a menos y con peligro. Comenzó por estatuarios su labor, que siempre fue a menos y no pudo cuajarlo el francés. Además, falló con la espada, siendo silenciado. Antes, quitó por chicuelinas.

El tercero de la tarde fue un animal de Cuvillo con clase al que Ponce toreó muy despacio a la verónica. Torerísimo fue el remate, empujando en dos ocasiones fuerte en el caballo. En faena, comenzó doblándose toreramente con su oponente. Fue a más el trasteo, en tandas a diestras muy templadas muy en su estilo. Tras el toreo a zurdas, hasta en siete poncinas enloqueció al respetable. Culminó por bajo antes de un estoconazo para cortar dos orejas tras aviso y vuelta al ruedo al toro.

El cuarto fue un toro importante, serio de Fuente Ymbro, al que Castella le dejó buenos detalles capoteros a la verónica. Fuerte respondió en el encuentro con el caballo. Le brindó a Ponce su labor. En faena, comenzó hierático el toreo en tablas sin enmendarse. Mostró poder y firmeza el galo, en muletazos por ambos lados con profundidad, quedándose muy quieto. Un arrimón se pegó en el epílogo, sometiendo al astado pero fallando con los aceros, siendo ovacionado.

El quinto fue un toro de Parladé bien presentado pero de complicado comportamiento. Nunca se definió con una condición deslucida, mansurrona, con cierto peligro. Se le dificultó a la cuadrilla el tercio de banderillas y, muleta en mano, por encima de su oponente anduvo el torero valenciano. Metió la espada en buen sitio, tardando en caer el toro y todo quedó en palmas tras aviso.

El último fue un animal de Cortés al que Castella saludó con verónicas. Transmisión y bravura del animal, al que le pegó buenos lances rematando con tres medias toreras. El toro empujó fuerte en el caballo, incluso tirando al picador Josele e hiriéndolo. Brindó al respetable, sin moverse comenzando trasteo. Por la diestra logró muletazos buenos con la transmisión del animal. Faena importante que no rubricó con los aceros. Palmas tras dos avisos.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Nimes, Francia. Tercera de la feria de la Vendimia. Corrida de toros. Lleno.

Toros de Núñez del Cuvillo, de vuelta el tercero, Jandilla, Victoriano del Río y El Pilar.

Enrique Ponce, oreja, dos orejas tras aviso y palmas tras aviso.

Sebastián Castella, silencio, ovación y palmas tras dos avisos.