A hombros Ureña y Luque con la de Victorino en Ciudad Real

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Paco Ureña, Daniel Luque y Fernando Tendero eran los encargados de hacerle frente, en la segunda de la feria de la Virgen del Prado de Ciudad Real, al encierro de Victorino Martín reseñado para la tarde de este sábado. Era, además, el debut del hierro de la A Coronada en el coso manchego. Y con un emotivo minuto de silencio en memoria de Reina Rincón daba comienzo el festejo.


De 442 kilos era el abreplaza, un animal al que Paco Ureña recibió a la verónica sin terminar de romperse frente a un astado al que le debió perder pasos. Tras una buena vara marca de Pedro Iturralde, Ureña comenzó entre el silencio del coso su faena con máxima dulzura. A diestras se los pegó hasta un ecuador del trasteo en el que el cárdeno fue a menos. Entonces se volcó de frente y al natural, momento que junto al Churumbelerías de la banda, hizo atraer la atención del respetable. Más en corto se los pegó en un epílogo en el que mató de estocada trasera que requirió de descabello. Oreja.


Mucho gusto mostró Daniel Luque en el saludo veroniquil al segundo de la tarde, un toro de mayor romana que derribó al picador en la única vara que recibió. Anduvo pleno en dos soberbias tandas por la diestra el torero de Gerena, que conectó ya de inicio con el tendido. Por ese lado prosiguió ante la buena condición del cárdeno, que mantuvo el motor dulce de los primeros tercios. Más corto se quedaba por la zurda, pero porfió de uno en uno el sevillano. Por luquecinas fue el epílogo, matando de pinchazo y estocada. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro.


Improvisó perfecto Fernando Tendero frente al segundo de salida: en vez de perderle pasos, prefirió dejar doblones de inicio para rematar con una media abelmontada. Muy de verdad fue el inicio de faena, en el que el manchego puso las cartas sobre la mesa de lo que venía a pedir entre los suyos. Por la zurda fue la labor a más, convenciendo por su proposición pura y siempre planteando de frente el toreo. Máxima entrega ante un animal que pidió los papeles. Carbón tenía aún el cárdeno en el epílogo muleteril, en el que Tendero le sopló una serie de doblones que terminó de convencer a su afición. Pinchó en dos ocasiones y se esfumó todo, requiriendo doble golpe de descabello. Vuelta al ruedo.


Seriedad tenía un cuarto aplaudido de salida, al que Ureña le imprimió verdad en los capotazos de saludo. Pronto cogió la muleta Paco para dejarle buenos muletazos a zurdas, el mejor lado de un toro que terminó rompiendo por ese lado. Por abajo se los pegó y logró conectar con el tendido, matando de pinchazo en el que se hizo daño en la muñeca y estocada un punto caída. Cortó otra oreja el murciano que paseó al calor de la afición manchega.


Buen ramillete de verónicas dejó Fernando Tendero en el saludo al serio sexto. Tenía más condición zorrona el de Victorino, el más complicado con diferencia de todo el encierro. Tendero tuvo que buscarle las vueltas por la diestra para intentar conectar con un toro que no se lo puso fácil. Por abajo se los intentó pegar domeñando la condición del cárdeno, y más en corto prosiguió con porfía el torero manchego. Una pena que de nuevo la espada no entrase a la primera.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Ciudad Real. Segunda de la feria del Prado. Corrida de toros. Media plaza.

Seis toros de Victorino Martín. A menos la nobleza sin fuerza del primero; de extraordinaria condición la del buen segundo, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre; exigente un tercero que terminó rompiendo por abajo; noble el cuarto; de buena y noble condición la del quinto; complicado el zorrón sexto.

Paco Ureña, oreja y oreja.

Daniel Luque, dos orejas y oreja.

Fernando Tendero, vuelta al ruedo y silencio.

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