Sí, porque la verdad que la corrida en general fue fría en los primeros tercios, hasta que se quedaba el torero en la plaza y se definía.

Juan del Álamo: “Llegó lo que tenía que llegar por derecho y por ley porque lo llevaba mucho tiempo buscando”

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He tenido la oportunidad de dirigirme a ustedes en el editorial de la carrera de un joven torero como Juan del Álamo, uno de los grandes triunfadores de Madrid. Esta semana abrió la puerta grande, siempre uno se alegra, pero hay muchas veces en que eso tiene un plus cuando es alguien que ha ido persiguiéndolo con ahínco. Ocho orejas llevaba hasta la corrida de Alcurrucén. Por fin cayeron dos orejas, por goteo pero debieron ser de golpe, porque así se lo ganó y porque el público se lo pidió. Por fin tiene esa foto tan merecida Juan del Álamo. Buenas noches.


Buenas noches.


Mi satisfacción es casi como la tuya.


La verdad que ha sido un orgullo el llegar a conseguir ese premio que tantos años llevo buscando, la recompensa de esas orejas solitarias. Siempre me había quedado a las puertas, finalmente llegó además con una fuerza tremenda. Me encontré muy bien, sin costarme el esfuerzo y la verdad que fue un triunfo que nunca olvidaré.


Llevabas seis consecutivas de las ocho.


Sí, así fue. Más o menos, hubo alguna que no corté. Ocho de matador y con estas dos, diez. Siempre he llevado una trayectoria y estaba necesitado de un triufo importnate como el que ha llegado. Estoy muy feliz, con ganas de que este triunfo sea el primero de muchos, que sirva para crecer como torero. Me ha dado una inyección de moral tremenda y quiero seguir creciendo como torero.


Te llega en el mejor momento profesional y estratégico, porque las últimas dos temporadas los empresarios se habían olvidado de ti. Al fin y al cabo Madrid une esos dos caminos.


Estos años de atrás no he estado en algunas ferias, nunca he sido fundamental en todas las ferias, tanto de primera como de segunda, pero sí que en estos años he madurado mucho. He tenido de todo, momentos buenos y malos, y esto me ha servido para estar en el momento que estoy. De los momentos buenos he aprendido y de los malos también. Ahora creo que estoy en el momento perfecto para saber masticar el triunfo, saber asimilarlo bien y asimilarlo.


Antes de la feria te anunciaste en dos corridas de toros, cuando te dicen que te anunciabas en Alcurrucén, siempre en los últimos tiempos saltan dos o tres toros. Supongo que sería un plus de ilusión por si te tocaba uno de esos toros.


Sí, la verdad que antes que pasase la primera tarde, desde un principio me hizo una gran ilusión matarla. Tiene una regularidad muy buena, han embestido muchos toros en Madrid y muy contento. Ya cuando pasó la primera corrida que lidió Alcurrucén en Madrid, que fue extraordinaria, todavía más contento. Dije que no sabemos nunca cómo va a salir pero son de esta camada muchos eran hermanos y podría ser. De hecho, al final salió la cosa.


Te encontraste con un toro extraordinario, pero como digo siempre. Pero lo importante es que esos buenos mandan a los albañiles a más de uno. Arrancaste la oreja que hacía falta en el sexto, un toro distinto, donde había que demostrar capacidad.


Así es. El toro fue bueno, tuvo calidad, fue un toro que fue a más, tuvo esa casta y la verdad que es eso. Hay que estar a la altura de esos toros, saber triunfar con ellos y dar la dimensión que hay que dar con ese tipo de toros.


Y la capacidad para lidiar y robarle pases hasta conseguir la oreja.


Sí, porque la verdad que la corrida en general fue fría en los primeros tercios, hasta que se quedaba el torero en la plaza y se definía. Los principios han sido complicados, sobre todo ese primero con los frenazos con el capote. Nunca perdí la fe, porque lo hace esta ganadería, pero no es fácil. Lo superé, lo supe hacer y la verdad que me lo creí, saqué la capacidad que tengo como torero y llegó lo que tenía que llegar por derecho y por ley porque lo llevaba mucho tiempo buscando.


Del presidente, ¿algo que decir o pobre hombre?


Seguro que no lo hizo con mala fe.


Eso seguro, es el mejor dentro de un palco muy malo que tiene Madrid este año.


Creo que tampoco tiene que ser fácil estar ahí arriba. A veces uno no sabe si acierta con una cosa o con otra. Esta vez me podía haber hecho una putada si no corto la oreja en el último, porque la faena era indiscutible de dos orejas. La verdad que es una pena porque la carrera de un torero depende mucho de estas tardes.


Muchas veces se tiende a comparar con los árbitros de fútbol. Tienen, al menos, a once en contra, a un banquillo en contra y a una afición. En cambio en los toros el presidente tiene el comodín del público.


Sí, así es. La Fiesta de los toros siempre ha sido así y seguirá siendo así. Aquí todo el mundo tiene derecho a equivocarse y aprender de los errores. Imagino que lo sabrá si se equivocó o no.


Creo que lo reconoció.


Dos últimas preguntas: hay un puesto en la corrida del a Cultura, entre Ginés Marín y tú. Supongo que encantado si eres el elegido. Sí, es una corrida de máxima categoría y expectación. Un sueño sería torear esa corrida. Si Dios quiere estaré ahí si me llaman, deseando triunfar. Si no es así, a seguir disfrutando de todo, de la siguiente corrida.


La última: una salida en hombros fantástica, pero también estuviste en todo. Hay tardes en que uno no está para nada, quiero terminar agradeciéndote por dedicársela a Víctor Barrio.


Claro, eso no hay que agradecer. Fue algo natural, que me salió de dentro y fue un torero que se entregó a esta profesión, fuimos compañeros y rivales de novilleros y creo que fue un soñador triunfador y lo seguirá siendo en el cielo. Por eso mi brindis para compartirlo con él. 

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