Mi obsesión siempre, cuando uno entrena, es de cuajar un toro. Es difícil que te salgan toros buenos, y mi obsesión es cuajarlo, aprovechar ese temple, esa suavidad, esa prontitud, que sepas aprovechar todo eso y llegar y llenarlo

Sergio Galán: “Las primeras PG son de necesidad, pero saben a gloria de la primera a la octava“

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La semana ha estado cuajada de alegría. La de Ponce, la de Juan del Álamo que consiguió la Puerta Grande, pero no menos alegría poder hablar de un triunfo de los nuestros, de los que trabajan. Ocho puertas grandes en Madrid no se abren ni todos los años ni durante una carrera. Sergio Galán, buenas noches.


Buenas noches.


Una tremenda alegría.


Muchas gracias.


Ahí estábamos empujando para que el de Fermín empujara. Pero lo importante es la tremenda dimensión con un gran toro y la capacidad con un toro medio. Este primer toro me dejó demostrar mi concepto, el toreo puro. El segundo sí fue un toro con más dificultades, más parado, que colaboró menos, le saqué el máximo rendimiento.


Octava Puerta Grande, supongo que sabe tan rica como la primera.


Sí, son distintas etapas de tu trayectoria. La primera es la soñada, la de la necesidad, pero luego en tu carrera tienes más necesidades y todas saben a gloria. Hay años que no había venido a Madrid por negociaciones, y luego pro circunstancias del sistema y toras porque las necesitas para tu temporada… era ratificar mi trayectoria, mi concepto, mi trabajo. Es la recompensa a tantas horas de trabajo y ser muy fiel a un concepto, que es muy importante.


La más rotunda, la que demuestra el momento sólido es esta.


Sí, te pilla en un momento de madurez. El primero fue un toro con calidad, con el que pude estar mucho más a gusto que en otras ocasiones.


Hablamos de ese toro, que fue bueno dentro de una corrida mediocre, pero por lo menos a pie son los que descubren a algunos toreros y mandan a los albañiles a más de uno.


Está claro.


No sé si a caballo también.


Exactamente igual.


Mi obsesión siempre, cuando uno entrena, es de cuajar un toro. Es difícil que te salgan toros buenos, y mi obsesión es cuajarlo, aprovechar ese temple, esa suavidad, esa prontitud, que sepas aprovechar todo eso y llegar y llenarlo. Es lo que te hace y te enmarca la capacidad de los toreros, el saber aprovecharlo y disfrutarlo. No tiene menos mérito el sacarle a toros con menos virtudes el máximo partido. La tarde de ayer fue muy redonda porque tuvo esas dos caras, una primera de torear y otra de técnica, de aprovechar terrenos y experiencia.


Siempre que se habla de rejoneo se habla de la gran cuadra que tenéis los rejoneadores, pero hay veces que se les quita esa importancia al hombre que los entrena y los torea. Y lo más importante, que detecté ayer, el momento de la mente fría de la elección de cuál es el idóneo para cada suerte.


Es muy importante. Una equivocación así estropea la tarde. Cada caballo, dependiendo del toro, le puedes sacar más o menos partido. Sacando a Apolo acerté ayer, por cercanías y poder se hizo con el toro. Le pude sacar al toro mucho más provecho. Hay veces que hay que tener mucho cuidado porque a veces te puedes equivocar. Y hacerlo en una feria y en una plaza de esta importancia es complicado.


La estrategia de apostar fuerte con los pares de banderillas a dos manos sabiendo cómo está Madrid. En dos lances jugarte la oreja.


Sí, porque el toro estaba muy parado. Es el único caballo que pone pares tan de frente y tan despacio, lo hace muy puro y estuvo sensacional. Viendo el primer par cómo se entregó, me sabía a poco, sentía que con el otro caballo hubiese sido más cómodo, pero era momento de apostar fuerte. Podría salir mal, pero era momento de apostar y tener aspiraciones. Creo que al final fue también recompensado.


Hoy hay que disfrutar de ese gran triunfo. No te voy a meter los dedos para hablar de vetos y demás. A mí se me ocurre que sois prácticamente seis rejoneadores, Diego, Pablo, tú, Andy, Leonardo y ayer Lea que dio la cara. Además es una novedad que siempre en el toreo se ha llevado. Yo creo que los empresarios están despreciando una oportunidad de dar dos corridas de rejones en las ferias.


Es una pena que se supriman, como Badajoz o Jerez, porque el toreo a caballo está en un momento extraordinario. 

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