El cuarto, ha sido muy informal y mansito. He tenido paciencia y he querido apostar y quitarle las querencias. Se ha puesto muy difícil y me ha querido coger varias veces. Lo he empujado y le he tragado sobre todo por el pitón derecho. Me voy con la conciencia tranquila y hay tardes que no son para uno. A la de Miura que será el domingo le tengo mucha fe y por mi parte no ha a quedar”.
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