Joselito Adame: "Lo de la espada sin muleta sólo fue un recurso, lo que quise demostrar fue el toreo"

Dos sucesos se han protagonizado en esta feria de San Isidro. El suceso de un joven Ginés Marín que abrió la Puerta Grande, pero con la corrida peor presentada y de peor juego, el gesto de jugarse la vida a cuerpo limpio al entrar a matar y ese estoconazo fue para recordar en esta plaza de Madrid. Valió una oreja, debió haber valido más. Un año más cortando orejas Adame en San Isidro. Buenas noches.

Muchas gracias.

¿A ti te suena eso de El Grito en México?

Sí claro.

Y hay un día que es fiesta nacional rememorando el grito de libertad de independencia.

Así es, es una fecha conmemorativa del mes de septiembre.

El grito del sábado de Joselito, porque para mí eres Joselito, ¿fue de rebeldía, de libertad, de aquí estoy yo? Esta era la cuarta oreja en Madrid.

Es mi cuarta oreja que corto en Madrid. Es síntoma y se puede interpretar de muchas maneras. Es un grito a mi pasión, a mi rebeldía, a mi no conformismo, a mi superación y a poderme a mí mismo, que en momentos tan importantes y de tanta presión y exigencia me vengo arriba. Al final interpretas todas las formas y maneras.

Un poco de rebeldía ante la indeferencia o ante el trato que te están dando en España como primera figura de México y quieres ser figura del toreo en España.

Tiene una consecuencia de trasfondo con esa llamada de atención. Claro está que no se me ha dado ese sitio que se me ha dado en México, pero lo estoy luchando y creo que méritos llevo hechos bastantes. Puede ser un grito de rebeldía y de un aquí estoy yo, tengo el carácter para competir con el que me diga.

Cuando van a México las figuras de España piden torear contigo. Que lo pidan también aquí.

Eso también tienen que pedirlo.

No lo piden por si se lo dan. Hay una cosa buena, que me ha gustado mucho, en la crítica en general. A veces es sectaria, hay alguna parte que se ha portado contigo de forma xenófoba, pero por encima del tirarte a matar sin muleta, destaca el toreo al natural que ya habías avisado en el toro anterior. En ese quinto sí cantaron eso, lo mismo que el estoconazo. Fue en todo el hoyo de las agujas.

Fue una tarde desapacible, la gente estaba molesta y enojada. No era fácil. Mi segundo toro no pasó nada ni le dieron ninguna importancia, pero al final yo estaba convencido y los convencí de que ahí estaba pasando algo. Puse a embestir al toro con la mano izquierda con ritmo y despaciosidad con la mano izquierda. Tuvo unos trazos muy bonitos y preciosos. Al final tuvo también un matiz artístico la faena muy bonito a cargo de esa mano.

¿Cuándo se te pasó por la cabeza arrojar la muleta?

En ese mismo momento. Soy una persona bravo y arrancado, por supuesto pasional. En ese momento estaba delante del toro y dije que ese toro valdría para matarlo sin muleta porque abría mucho la cara, dije que lo iba a hacer, tiré la muleta y así fue. Nunca lo había hecho, ni con una vaca. Lo había hecho Luis David con una vaca e hice la suerte como si le entrar a matar con muleta. Fue un momento de arrojo.

¿Qué esperas de Madrid para el jueves día 8?

Yo a lo mío. Me gusta que me reconozcan las cosas que hago, cuando me la juego, pero yo voy a lo mío, mentalizado a dar lo máximo posible, a no perder mi concentración y a poder dar una tarde que trascienda como ha trascendido esta.