"Caracol" se llamaba el segundo de la tarde, de 547 kilos, con el hierro también de Carmen Lorenzo, al que Leonardo Hernández saludó con Champagne dejándole un solo rejón de castigo. Tuvo este toro más calidad que el anterior, moviéndose en el inicio del tercio de banderillas a lomos de Sol. Con Despacio le aguantó una barbaridad, haciéndole llegar y clavar de poder a poder en un instante que levantó al tendido. Con el mismo tordo hizo de nuevo la suerte, esperando a tan sólo cinco metros del animal en el mismo centro del ruedo. A dos manos fue el siguiente par, arrancando de largo el rejoneador y clavando en lo alto. Una rosa valió como epílogo antes de clavar el rejonazo final arriba y cortarle la oreja.
Con calidad y duración el segundo también de Carmen Lorenzo, fuertemente aplaudido en el arrastre
Leonardo pasea una oreja del buen toro segundo
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