​El apunte de la 7ª de San Isidro Por Pedro j. Cáceres

El “poblachón manchego” de Umbral

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El apunte de la 7ª de San Isidro

Por Pedro j. Cáceres


El “poblachón manchego” de Umbral



¡Ni puta idea! Ni del reglamento respecto del tercio de banderillas cuando lo protagoniza el matador ni de la ponderación a la hora de recontar pañuelos en pose tan prepotente como vengativa por el doble par en el tercer turno del 4ª.

Un corte de mangas al público que pidió la oreja que no a El Fandi que tras más de una docena de años de alternativa va a seguir sin faltar a las ferias del primer circuito para concluir, un año más, temporada entre los primeros del escalafón en actuaciones ¿Será porque los públicos le piden? Será.


Los “ilustrados” que apoyaron las decisiones del palco evidenciaron tanto

su orfandad de principios taurinos (buen aficionado es el que más toros y toreros le caben en la cabeza) como su patología de complejo Plaza 1 que en tardes como ayer convierten La Monumental en un “poblachón manchego” pese a pretender lo contrario.


Pero en todos lados cuecen habas. Ya ocurrió en Sevilla donde ese mestizaje de entendidos que son los autollamados “afisionaos”, presidente y sectores de plumillas le robaron una oreja al público para premiar a El Fandi.


Por cierto: el toro de la corrida fue el 3º. “Tremendo”, se llamaba. Y lo fue.

El 4º, que pocos vieron hasta ir desarrollando viaje en banderillas por el buen aire que les da El Fandi en el 2ª tercio, rompió con la transmisión que da la movilidad y sólo por el pitón derecho pero un toro con síntomas de mansedumbre y esas hechuras nunca puede ser el toro de la corrida y menos de la feria.


¡Ni puta idea!

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